Tras un comienzo de temporada convulsionado, que terminó con la destitución de Unai Emery, las cosas comenzarían (lentamente) a cambiar en el Arsenal. Para explicar la metamorfosis del club tenemos que volver hasta diciembre de 2019, momento en que Mikel Arteta asumió la dirección técnica de un equipo hasta entonces sin rumbo. El trabajo de Arteta ha comenzado a tomar forma y en poco menos de nueve meses al frente del club londinense, el técnico español ya se hizo de dos trofeos: la FA Cup y la Community Shield. Más importante aún, dotó al Arsenal de una nueva identidad, algo que carecía en el conjunto hace bastante.
Temporada Pasada (2019-2020)
Tras las victorias iniciales frente a Newcastle y Burnley, todo comenzaría cuesta arriba para el Arsenal. De los 11 partidos siguientes, solo conseguiría dos triunfos. En el medio, derrotas ante el Liverpool en Anfield (sin atenuantes), ante Sheffield en Bramall Lane y Leicester en el King Power Stadium. Tres duras derrotas ante rivales que siempre estuvieron involucrados en la lucha por entrar a Europa. Empates ante Manchester United, Wolves, Southampton, Watford, Tottenham y Crystal Palace dejaban al equipo en la octava posición y hacía entrever que solo podía empeorar. Tras el duelo con los ‘Saints’ vino una derrota ante el Eintracht Frankfurt por Europa League que confirmaría el despido de Unai Emery. 27 de noviembre de 2019, octavos en liga, clasificación a siguiente ronda de copa internacional corriendo riesgo y todavía no era ni mitad de temporada.
Freddie Ljungberg, leyenda del club y parte de los invencibles, dio un paso al frente y tomó las riendas del equipo. No fue sorpresa que el club mantuviera la irregularidad que ya venía mostrando. Bajo la tutela del sueco, el conjunto del norte de Londres jugó cinco partidos por Premier. Una victoria, dos derrotas (una humillante ante el City) y dos empates (el último ante Everton en Goodison Park, uno de los partidos más aburridos de la Premier en años). Arsenal finalizaba aquella jornada en la undécima ubicación con 23 unidades, a 9 puntos del Chelsea, quien ocupaba la última plaza de Champions. Volver a Champions League era el principal objetivo del equipo al comenzar la temporada y casi con medio campeonato a cuestas, se notaba que no era una apuesta realista.
Antes del duelo frente a Everton, los aficionados sabían que Mikel Arteta dejaba su rol como ayudante de campo de Pep Guardiola y volvía al club en donde había disputado 5 temporadas y se había despedido como capitán y una FA Cup en la vitrina. Curiosamente, cuando Arteta llegó al Arsenal, fue en medio de una temporada que ya arrancaba mal por las ventas de Cesc Fábregas y Samir Nasri. El rol del español por aquel entonces fue el de ser el conductor del equipo en el campo. Ahora volvió para ser el conductor pero por fuera de la cancha. Las vueltas de la vida…

Adaptar a los jugadores a tu manera de entender el juego en una temporada ya comenzada es sumamente complicado. Producto de ello, en los primeros partidos frente a la institución londinense, la intención de juego se veía pero la concreción de ella se notaba algo forzada. Los primeros encuentros no pasaron del empate ante Bournemouth y Chelsea. Aún así, las cosas comenzarían a cambiar en año nuevo. Literalmente en año nuevo. Hasta la confirmación del parón a causa del COVID-19, Arsenal hilvanó 8 partidos sin caer (4 victorias y 4 empates). El punto más alto se dio el 1 de enero de este año, cuando vencieron al Manchester United en el Emirates.
A pesar de la leve mejoría, el equipo seguía mostrando signos de irregularidad y dejó escapar varios puntos a causa de ello. Los meses sin fútbol complicaron la transición y los ‘Gunners’ cayeron en sus dos primeros partidos en el regreso. Luego de tres victorias en fila y con valla invicta, los dirigidos por Arteta cerrarían el campeonato en sintonía con la irregularidad mostrada a lo largo de la temporada. Derrotados ante el Villa y el Tottenham (que no era lo de otros años) pero venciendo a Liverpool, por ejemplo.
Las cuestiones a destacar vendrían tras la victoria ante Liverpool. No solo por la victoria en sí (habían pasado cinco años de la última victoria ante los ‘Reds’) sino también porque vencieron (y con categoría) al City en semis y al Chelsea en la final de FA Cup para conseguir el título número 14 en la competición más vieja del mundo. Arteta y los suyos validarían ese estado de forma con una victoria por penales ante el Liverpool por la Community Shield. Algo se comienza a notar: el equipo es sólido en defensa, tiene un esquema con intérpretes que salen casi de memoria y recuperó una identidad colectiva que no se apreciaba desde hace varios años, cuando Arsene Wenger aún ocupaba el banquillo.
Mercado de fichajes
Como es sabido, la situación por el COVID-19 hizo que los clubes tuvieran que escatimar en gastos, y el Arsenal estuvo en el ojo de la tormenta por ello. La política de fichajes pasó de depender de los scouts, a ser discutida y analizada por Edu Gaspar, director deportivo del club. Mikel Arteta también tendrá un papel preponderante en todas las planificaciones deportivas del club. En cuanto a nombres, los gunners no tuvieron un mercado demasiado movido, pero añadieron refuerzos en zonas clave.
Pablo Marí y Cedric Soares firmaron sus vínculos con la institución tras sus préstamos de media temporada. A ellos se les sumó Willian, quien llegó libre proveniente del Chelsea, Gabriel Magalhaes procedente del Lille y el regreso de Dani Ceballos a préstamo por una temporada más. Los de Londres también contarán con la incorporación del central francés William Saliba que volvió de su préstamo en Saint-Etienne. Hay mucha expectativa por ver en acción a dos centrales tan bien calificados como Gabriel y Saliba. ¿Serán la garantía defensiva que tanto les falta? Thomas Partey y Houssem Aouar son los nombres que suenan para terminar de completar un mercado de pases discreto de momento, pero aceptable. Sin dudas, el mejor refuerzo que los ‘Gunners’ podrían confirmar ahora mismo, es la renovación de su capitán y goleador Pierre Emerick Aubameyang.
Planes del entrenador
El esquema de Arteta es una certeza. Un 1-3-4-3 que permite crear amplitud y ensanchar el terreno de juego para aprovechar al máximo las bandas y la creación de oportunidades por ese sector. Esta alineación también le sirve a la hora de retroceder en defensa e incluso para contar con más jugadores para salir del fondo.
Quienes se encarguen de plasmar la idea del DT pueden variar según las posiciones o estar completamente confirmados en otras. En el arco, la gran incógnita pasa por saber quien ataja, si Leno o Emi Martínez. Ambos porteros cumplieron con una excelente temporada y será difícil decidir por uno u otro, aunque los rumores indican que Leno pica en punta y Martínez terminará en el Aston Villa.
En defensa, la cuestión puede llegar a tener sus variantes. David Luiz sería inamovible (no, no es una broma). El brasileño tiene una gran técnica a la hora de dar pases y la salida limpia de balón es fundamental para el juego que quiere Arteta. Quienes lo acompañen puede variar. Rob Holding, William Saliba, Gabriel, Shkodran Mustafi, Calum Chambers y Kieran Tierney son las opciones en defensa. Con Gabriel recién llegado y tanto Chambers como Mustafi lesionados, las opciones se acortan un poco momentáneamente.

En el medio, el doble pivote sale sin pensarlo: el tándem Xhaka-Ceballos es vital para la conducción y distribución del esférico por toda la cancha. Hector Bellerín será el wing-back por derecha y entre Kieran Tierney, Bukayo Saka y el polivalente Ainsley Maitland-Niles se definirá al otro carrilero. Maitland-Niles también puede alternar con Bellerín por derecha tanto en medio como en defensa.
Por último, el tridente de ataque tiene la fija de Aubameyang en el costado izquierdo. Tanto en el centro de ataque, como en el extremo derecho, los puestos no están del todo asegurados. Lacazette puede llegar a ceder su lugar de centro delantero a Eddie Nketiah, a quien Arteta estima mucho (tanto que lo hizo volver antes de tiempo de su préstamo en Leeds). Willian, Pepe, Nelson y hasta Saka se disputarán el puesto restante. Y eso que todavía falta que vuelva Martinelli de la lesión…

Leno; Gabriel, David Luiz, Saliba; Bellerín, Ceballos, Xhaka, Tierney; Aubameyang, Lacazette y Pepe. Ese sería el XI ideal de los ‘Gunners’, sujeto a modificaciones en varios puestos.
Aspiraciones para la nueva temporada
Volver a Champions League y terminar entre los cuatro primeros son los objetivos a cumplir, como mínimo, para el Arsenal. Pelear por la Europa League y defender la FA Cup también se cuentan, pero no son esenciales. Arteta ya ha podido trabajar a fondo en su equipo y solo resta ver como se acomodan las incorporaciones, qué sucede con los lesionados y si el equipo en general puede aprender a ser regular y seguro sin pasar sobresaltos. El Arsenal está camino a una transición en la que se encontró Liverpool años atrás, por ejemplo; pero eso no quiere decir que tenga obligaciones y deba cumplir. Todo a su paso, pero esa cuestión se hará parte en esta temporada. Eso sí, el nivel de sus competidores directos y de la Premier en general, es cada vez mayor y el equipo tendrá que saber como manejar la presión si quiere apuntar alto.
West Ham en el Emirates será el próximo rival del Arsenal. Luego de las dos jornadas iniciales (tras debut con victoria 0-3 ante el Fulham), comienzan las pruebas de rigor. Efectivamente, Liverpool (V), Sheffield United (L), Man. City (V) y Leeds (V) son los juegos que siguen en los primeros dos meses de calendario.
Jugadores a seguir
Pierre Emerick Aubameayang: el primero en la lista. El gabonés, a pesar de su rol de extremo y de la irregularidad del equipo en ataque, logró igualar su marca de 22 goles por Premier y estuvo a tan solo uno de Jamie Vardy, quién ganó la bota de oro la temporada pasada. Mientras todavía falta por confirmar si renueva su contrato o no, todo apunta a que seguirá vistiendo el cañón en el pecho por varios años más.
Kieran Tierney: pura pasión y entrega. El internacional con la selección de Escocia, es una máquina que no para los 90 minutos. Vital en su labor como líbero, suele incursionar seguido en ataque y en la creación de chances para los de Arteta.
Bukayo Saka: Entre él y Martinelli fueron las grandes apariciones en el primer equipo el curso pasado. Versátil, trabajador y con mucho desborde. Saka pasó gran parte de la temporada pasada jugando de lateral izquierdo en una defensa de 4, pero también rindió como extremo derecho o como carrilero izquierdo. 4 goles y 11 asistencias en todas las competencias son números gigantes para un chico que recién está dando sus primeros pasos como profesional. Ah, ya selló una asistencia por Community Shield esta temporada. Mucho más maduro, Saka puede llegar a ser considerado (hablando mal y pronto) como el mejor jugador joven de la liga al finalizar la temporada.
William Saliba: Todos los ojos se posarán sobre él. El central francés cuenta con tan solo un puñado de partidos en la primera del Saint-Etienne, pero aún así está llamado a ser uno de los mejores centrales del mundo en el futuro. Portentoso, muy bueno en duelos aéreos, calidad para salir jugando y tiempista en los tackles. Saliba puede convertirse en la garantía defensiva que tanto necesita el Arsenal.
Arsenal quiere volver a disputar un campeonato de Premier, pero para eso hay que esperar. Hay que confiar en el proceso y en que tanto jugadores como cuerpo técnico trabajen día a día para lograrlo. El camino no es corto ni es sencillo, pero las primeras sensaciones del proyecto Arteta son más que buenas. Un técnico decidido, capaz de adaptar su idea de juego a las circunstancias y que se metió de lleno en las decisiones deportivas de la institución; una plantilla joven y con talento que quiere demostrar que está lista para afrontar los desafíos por venir y lo más importante de todo, la sensación de unión y sacrificio por el otro que hace a un equipo.
Esta será, sin dudas, una temporada bisagra para los ‘Gunners’. Seremos testigos de como afrontan su evolución y si emprenden viaje hacia los buenos viejos tiempos o si simplemente es más de lo mismo. ¿Mi consejo? No los subestimen aún, por más difícil que pueda ser. Con el Arsenal nunca se sabe, quizá esta vez nos sorprendan para bien…