Por fin llegaba el día en el que se presentaba en sociedad el nuevo Chelsea de Frank Lampard, con Kai Havertz y Timo Werner de inicio, demostrando que el club se ha hecho con ellos para que tengan un rendimiento inmediato, sin medias tintas. No obstante, a pesar de que el equipo de Lampard demostró pegada y saber presionar, fue el conjunto de Graham Potter el que llevó la manija del encuentro al principio. Esto es algo que intuyó Lampard antes de que comenzara el partido, y en su 1-4-2-3-1, incluyo a Loftus-Cheek como enganche para que ayudara a la presión para entorpecer la salida de balón del Brighton y su 1-3-5-2.
Una presión que acabó originó el primer gol, gracias a un robo de balón en la salida del Brighton de Timo Werner, provocando un penalti que convertiría posteriormente Jorginho (0-1). Desde ahí, y aunque parecía que los ‘Blues’ iban a dar un paso al frente para matar el partido, fueron los locales los que consiguieron hacerse con el encuentro mientras el Chelsea esperaba a la contra, gracias a un Timo Werner que da mucho oxígeno arriba con sus desmarques a las bandas. Por parte de las gaviotas, el más destacado fue Lamptey, el ex de la academia del Chelsea que fue todo un quebradero de cabeza para Marcos Alonso.
El lateral derecho de los ‘Seagull’ fue todo un soplo de aire fresco para la salida de balón asfixiada del Brighton. Y con esa superioridad clara de los de Potter se llegó a la media parte, casi un respiro para Lampard. Y es que la cosa no mejoró, con jugadores como Ben White o Alzate que empezaron a dar un paso al frente, y esa batuta que parecía inofensiva en el primer tiempo, se convirtió en un tornado de ocasiones y con un golpeo de Leandro Trossard (1-1), que había estado prácticamente desaparecido, y que la enchufa desde fuera del área frente a un Kepa que podría haber hecho mucho más.
Pero al minuto, Reece James (1-2) sorprendió a todo el mundo con un zapatazo que se convertía en el primer gol del inglés en la Premier League, y que extinguía las llamas que había provocado el gol de Trossard. Esta contestación tan inmediata provocó que el Brighton bajara los brazos, y que en un córner, Zouma (1-3) convirtiera el tercero en el minuto 66 y con el partido ya muerto. El conjunto de Lampard hizo en ese momento lo que tenía que hacer, defenderse teniendo el balón, y a eso ayudó la entrada de Ross Barkley por Loftus-Cheek, que consiguió mejorar en esas transiciones defensa-ataque.

Gracias a un gran trabajo del pivote formado por Kanté y Jorginho, el Chelsea controló el partido a la perfección, e incluso gozó de una ocasión más mientras el Brighton se cansaba corriendo detrás del balón. ¿Y Havertz y Mount? Completamente desaparecidos. El debut del ex del Leverkusen no fue nada bueno, pero también es cierto que acaba de llegar al equipo. No obstante, Lampard tiene que pensar bien dónde va a jugar, porque en la banda le ha costado entrar en juego.
En definitiva, el Chelsea ha ganado de una manera bastante rácana, pero ha demostrado que tiene buenos mimbres. Empezando por ese doble pivote Kanté-Jorginho, que si se mantiene, puede dar muchas alegrías a los de Stamford Bridge y con la sensación de que el jugador franquicia y por el que pasan parte de las aspiraciones del equipo es Timo Werner, que ha cuajado un debut muy prometedor. Un contraste irónico, pues aunque el Chelsea ha ganado, no ha dejado un buen sabor de boca. Lo contrario que el Brighton, que a pesar de haber perdido, ha demostrado tener las ideas muy claras. El siguiente partido para el Chelsea será contra el Liverpool en casa, mientras que el Brighton se enfrentará contra el Newcastle en St. James’ Park.

Ficha del partido
Chelsea: Kepa; James, Christensen, Zouma (Azpi 85′) , Alonso; Kanté, Jorginho; Havertz (Hudson-Odoi 80′), Loftus-Cheek (Barkley 61′), Mount; Werner
Brighton: Ryan; Dunk, Webster, White (Gross 79′); Lamptey, Bissouma, Alzate (Jahanbakhsh 79′), Lallana (Connolly 45′), March; Maupay, Trossard
Goles: Jorginho 23′(p), Trossard 54′, James 56′, Zouma 66′
Tarjetas amarillas: Lamptey 81′
