El Derby County, equipo que ahora dirige Wayne Rooney, se encuentra inmerso en una crisis económica importante. Los ‘Rams’ no han pagado aún los sueldos de diciembre a sus futbolistas, por lo que han puesto en venta a dos de sus promesas: Knight y Sibley. Estas deudas, unidas a otros conflictos internos, intensifican los rumores de la llegada de unos nuevos dueños. Todo bajo la amenaza de un posible descenso a League One.
Los jugadores podrían entrar en huelga por pagos atrasados, algo que sería una catástrofe en el club blanco. A esto se le uniría la penalización de 12 puntos de la EFL como vimos en otros casos (Wigan, Sheffield Wednesday), un escenario en el que dependerían de un verdadero milagro para salvarse. A todo esto se le suma las pocas ganas de seguir por parte de sus propietarios y la intención de compra de Khaled bin Zayed Al Nehayan (primo del dueño del Manchester City) que ya había ofertado por clubes ingleses como Liverpool y Newcastle.
La llegada del jeque parece la única salvación del Derby, que se tendría que haber dado desde noviembre y todavía no se pudo concretar pese al visto bueno de la EFL. El grupo Bin Zayed compraría el club por una cifra de 60 millones de libras, mientras sus aficionados esperan expectantes la decisión de qué pasará con el equipo de sus amores. Mientras, los ‘Rams’ se encuentran en zona de descenso a un punto de la salvación, pero con dos partidos más que el Rotherham y una sanción al Sheffield Wednesday que todavía está pendiente de revisar. ¿Podrá Wayne Rooney salvar la categoría? Y lo mas importante, ¿podrá el club evitar la quiebra?