El mal inicio del Sheffield United no es un secreto a voces. Los ‘Blades’, tras sorprender a propios extraños la temporada pasada, han comenzado con cuatro derrotas en igual número de partidos y solamente un gol a favor. Además, el calendario se viene complicado ya que después de su siguiente partido ante el Fulham, se enfrentarán a Liverpool, Manchester City y Chelsea.
Todo parece indicar que el equipo dirigido por Chris Wilder estará peleando por el descenso, evento que si llega a suceder significaría un batacazo tremendo. Aunque cuentan con tiempo de sobra para corregir el mal momento, las sensaciones iniciales no son nada alentadoras y destacamos varios factores clave de este inicio negativo de los ‘Blades’.
Falta de gol y poca contundencia
La delantera del Sheffield United es quizás la zona del campo más floja. En la temporada pasada, el rendimiento de Mousset, Sharp, McGoldrick y McBurnie no fue nada muy especial. Si bien marcaron suficientes goles para lograr el objetivo de la salvación, realmente fue un equipo con poco gol. Ante esa situación, este verano se ha fichado a Oliver Burke y Rhian Brewster, por el que han pagado 26 millones de euros. Seis jugadores para dos posiciones en el cuadro titular.
Los ‘Blades’ son el segundo equipo con menos disparos a puerta de esta temporada con nueve, solamente superando los ocho disparos del Newcastle United. En ese sentido, es un equipo que no genera muchas oportunidades claras de gol y, las pocas que han creado, no son finiquitadas. El mediocampista John Lundstram sería el gran señalado en este rubro, fallando un penal ante el Aston Villa y otro disparo en el área chica ante el Leeds United.
El síndrome de la segunda temporada
El famoso síndrome de la segunda temporada persigue al Sheffield United. En términos generales, este síndrome se define como un equipo que superó las expectativas y rompió todos los pronósticos en su primer temporada tras ascender, pero en la segunda termina por caer estrepitosamente. Un ejemplo reciente sería el Huddersfield Town que asciende y logra mantenerse de forma heroica, pero la siguiente campaña son un coladero y terminan con tres victorias en toda la temporada.
De cierta forma, los ‘Blades’ encajan en este concepto. Fueron una auténtica sorpresa la campaña pasada, llegando a pelear por puestos europeos con un estilo de juego disruptivo y particular. Chris Wilder deberá probar su valía como entrenador y buscar revertir este mal inicio de sus pupilos.
Lesión de Jack O’Connell
Chris Basham, John Egan y Jack O’Connell. Estos tres jugadores fueron la base de la solidez defensiva mostrada la temporada 19-20. El sistema de tres centrales del Sheffield United, con las usuales galopadas de Basham por derecha y O’Connell por izquierda, sorprendía a cualquier rival y generaban superioridades en ciertos sectores de la cancha.
En días pasados se dio a conocer que O’Connell será operado de la rodilla derecha, lo que significa que estará alejado de las canchas por varios meses y posiblemente toda la temporada. Su sustituto está siendo Jack Robinson, un jugador que normalmente juega como lateral izquierdo y no ofrece todo el juego defensivo y ofensivo que te da alguien como O’Connell.
Salida de Dean Henderson
El Sheffield United mantuvo su portería imbatida en trece ocasiones y fue la cuarta mejor zaga la campaña pasada. Gran parte de ese éxito defensivo pasó por la figura de Dean Henderson bajo los tres palos. El joven guardameta inglés dejó huella en Bramall Lane y ha regresado a pelear un lugar como titular al Manchester United.
Para suplir la baja de Henderson, el elegido fue Aaron Ramsdale. El ex portero del Bournemouth fue de lo poco rescatable de los ‘Cherries’ que terminaría descendiendo, siendo el quinto portero con más atajadas en liga. La inversión por Ramsdale ha sido elevada, el hueco que ha dejado Henderson es grande y la presión sobre Aaron será muy alta.
Bajo nivel de juego
Si bien el nivel general del Sheffield United ha sido flojo, podemos destacar a John Fleck y Oliver Norwood como dos jugadores en un mal momento. Ambos fueron prácticamente inamovibles toda la temporada pasada, con un Norwood como capitán y Fleck siendo determinante en la creación de juego ofensivo. Oliver Norwood marcaba los tiempos del juego, con un John Fleck dinámico y vertical.
Sus posiciones están siendo ocupadas por Sander Berge y Ben Osborn respectivamente, dos jugadores que cerraron de buena forma la campaña pasada pero con condiciones totalmente distintas. La recuperación física y futbolística de Norwood y Fleck es prioritaria para el equipo de Chris Wilder.