El Sheffield United, equipo sensación de la Premier League, atraviesa un gran momento en la élite del fútbol inglés en su primera temporada tras 12 años a la deriva en categorías inferiores. Lo cierto es que la caída de los ‘Blades’ estuvo marcada por disputas legales con el West Ham, quienes en la pasada jornada revivieron ese recuerdo.
En el año 2007, el Sheffield United y el West Ham se disputaban la permanencia en la Premier League. Ambos equipos llegaron con posibilidades de mantener la categoría hasta la última fecha. Los ‘Blades’ se enfrentaban al Wigan y los ‘Hammers’ se verían las caras ante el ya coronado campeón Manchester United. El partido en Bramall Lane daba inicio y el Wigan se adelantaba en el marcador en el minuto 14, pero el encuentro se empataría rápidamente con un gol de Jon Stead. La euforia inundaba el césped de Bramall Lane, pero en el segundo tiempo, cerca del minuto 50, un gol de penalti del Wigan y la victoria del West Ham con un solitario gol de Carlos Tévez sentenciaba al Sheffield a jugar en Championship la próxima temporada.
Pero ¿qué tiene que ver el West Ham en este caso? Después de haberse jugado el partido, los dirigentes de los ‘Blades’ demandaron a los ‘Hammers’ por irregularidades en el fichaje del apache. El lío aumentó cuando el Manchester United adquirió los derechos del argentino, ya que al realizar el desembolso del fichaje había dos entidades disputando el dinero del traspaso. Por un lado el West Ham, y, por otro, la polémica empresa MSI dirigida entonces por el iraní Kia Joorabchian, quien durante esos años tuvo problemas similares con otros jugadores. Por estas razones el Sheffield exigía que se le quitaran puntos a los de Londres, reclamando que descendieran a Championship.
El veredicto del tribunal ingles fallaría a favor del West Ham, quienes no descenderían a segunda división, pero si tendrían que pagar una multa económica a los ‘Blades’. Según algunos medios de comunicación, la suma por la cual pactaron ambos clubes rondó los 10 y 25 millones de euros. Lamentablemente para el Sheffield, este dinero nada les ayudó, ya que tardarían 12 años en volver a la Premier League.
El pasado 10 de enero el destino volvió a enfrentar a estos dos clubes, pero esta vez sería en el césped de Bramall Lane. Algunos seguidores de los ‘Hammers’ abarrotaron las gradas del estadio con máscaras del apache y con cánticos que recordaban aquel episodio que reformaría la política de fichajes de la Premier.

El 0-0 en el marcador no daba oportunidad de revancha a los ‘Blades’, hasta que Oliver McBurnie marcó el gol que hizo explotar las gargantas de los hinchas del Sheffield. El partido finalizó 1-0 a favor de los de Chris Wilder, quienes ocupan la sexta posición inmersos en el sueño de disputar competiciones europeas. Peor suerte corre para el West Ham de David Moyes, que no logran desprenderse de la parte baja de la tabla.