Goodbye Goodison

A finales de julio, el Everton anunció en redes sociales el aspecto que podría tener su nuevo estadio. Goodison Park se ha quedado pequeño y este nuevo campo, que se comenzará a construir este año junto al muelle Bramley-Moore al norte de Liverpool aumentará en más de 10.000 localidades el hogar de los ‘Toffees’.

El Everton es el club que más temporadas ha competido en la máxima división de Inglaterra (118) y desde 1892 lo ha venido haciendo como local en Goodison Park, estadio que ha visto conquistar nueve ligas. Para Dani Fernández, periodista especializado en los ‘Toffees’, «el cambio es necesario porque Goodison se ha quedado obsoleto y está deteriorado». «Ha sufrido importantes modificaciones desde que fue construido en el siglo XIX, está hecho a pegotes y no se puede ampliar más», añade.

Pese a que este campo tiene unas deficiencias de las que carecen otros estadios de Premier, Fernández señala que Goodison es uno de esos estadios ingleses que más conservan su esencia. «Aunque sea una pena, es un gran movimiento de crecimiento y expansión», señala.

Imagen aérea de Liverpool con Goodison Park y Anfield. EVERTON FC

Herencia histórica

Aunque las últimas décadas reflejen lo contrario, por historia, el Everton es el cuarto equipo más importante de Inglaterra. Un claro ejemplo de ello fue ver a Romelu Lukaku en su primer partido con el United contra los de Liverpool: el belga marcó gol y mandó callar a la parroquia ‘Blue’ después de que estos le estuvieran insultando durante todo el encuentro.

«Lo cierto es que la afición y Lukaku nunca se llegaron a entender. Desde que fichó, dejó claro que él no quería hacer carrera en el Everton, ya que lo veía como un trampolín. Es algo que los aficionados no pueden comprender. Han vivido la época dorada de su club con Howard Kendall como entrenador en los 80 y no pueden entender que un jugador vaya a Goodison de paso o que se tengan que conformar con la séptima plaza», explica Fernández.

Por cruda que sea la realidad para el seguidor ‘Toffee’, hoy en día el Everton está a años luz del ‘Big Six’. «Pueden competir de tú a tú en enfrentamientos directos pero a nivel de competición es imposible. Sólo han conseguido una cuarta plaza en los últimos 20 años», indica el periodista.

Su declive comenzó en la década de los 90 y se acrecentó en el presente siglo. Bill Kenwright, un empresario de Liverpool con negocios en el cine y el teatro, fue presidente desde 2004 hasta que se dio cuenta que sus recursos le impedían alcanzar sus objetivos. Después de varios años buscando un inversor, en 2016 encontró al iraní Farhad Moshiri, quien ostenta en la actualidad cerca de un 80% del club.

«Moshiri tiene dinero pero no sabe cómo invertirlo. En la 17-18 gastaron más de 200 millones en verano y había gente que los situaba como favoritos a ganar la liga. La realidad fue bien distinta: en abril se encontraban pegando pelotazos con Sam Allardyce y sufriendo por no descender», apunta Fernández.

Como previsión para esta temporada, el periodista señala que la baja de Idrissa Gueye perjudica gravemente al club. «No sé si Gbamin logrará suplirle y en delantera se ha fichado a Moise Kean, que aunque sea joven ilusiona. Faltan un par de días para el cierre del mercado y creo que se necesitaría incorporar a otro lateral para hacer competencia con Coleman, un central y un extremo» concluye.

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