Todos saben que la Premier League es una de las competiciones más comprometidas con la sociedad que la rodea. Campañas contra la homofobia, el racismo o la visibilización de las enfermedades mentales han sido sus últimas acciones más representativas, a las que se unen, el intento de todos sus clubes por estrechar lazos con su comunidad con habituales visitas a escuelas, hospitales, residencias de mayores, etc. Ahora, en tiempos de coronavirus y confinamiento, varios equipos de la primera división inglesa (con sus líderes a la cabeza) aportan su granito de arena para frenar esta pandemia o hacer más ameno el aislamiento de sus seguidores.
Es el caso de Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, quien esta semana donó un millón de euros destinados a la compra de material sanitario para abastecer a varios centros hospitalarios de Cataluña. Por otra parte, Guardiola se ha involucrado en los proyectos de investigación para obtener medicamentos que impidan la transmisión del COVID-19, así como la vacuna para este virus, en los que están trabajando el doctor Bonaventura Clotet y el investigador Oriol Mitjà.
También Mourinho y el Tottenham se han sumado a la causa. El pasado 25 de marzo, el portugués y su cuerpo técnico se unieron a cientos de voluntarios que ayudan a residentes mayores aislados a obtener la comida y la medicina que necesitan para sobrevivir a esta pandemia. ‘Mou’ ayudó a las organizaciones benéficas Age UK y Love Your Doorstep en Enfield empacando suministros para ser entregados a aquellos grupos vulnerables que no pueden salir de sus casas ni siquiera para hacer la compra.
«Cualquier ayuda que alguien pueda ofrecer puede marcar una gran diferencia en la vida de las personas en estos momentos. Todos deberíamos pensar en lo que podemos hacer para ayudarnos unos a otros porque hay muchas personas vulnerables que podrían enfrentarse a dificultades durante estas semanas», afirmó el técnico de los ‘Spurs’.
En estos días, el Everton ha sido uno de los equipos que han llamado a sus aficionados para asegurarse de que sus seguidores sepan que no están solos. Mientras el público observa las medidas de distanciamiento social del Gobierno y se queda en casa durante la pandemia, las personas en grupos vulnerables pueden quedar aisladas.
Sin nadie que los visite, las personas mayores, o aquellas con afecciones de salud que están en riesgo por el coronavirus, podrían sentirse cada vez más solas. Carlo Ancelotti ha sido el ejemplo en el Everton, llamando a un fan ‘Toffee’ de 52 años con una enfermedad de las neuronas motoras y discutiendo sobre sus partidos favoritos y qué ver en Netflix.