Con el inminente regreso de la Premier League este miércoles 17 de junio más de 100 días después del último partido disputado, cabe preguntarse en esta «nueva normalidad» mundial qué vamos a encontrarnos en un final de competición donde todavía queda mucho pescado por vender.
Después de haber vivido el regreso a los terrenos de juego en Alemania, España o Italia, con los nuevos condicionantes que plantea esta particular situación, podemos hablar de algunos aspectos a tener en cuenta en el desenlace de los cerca de 90 partidos que quedan por jugarse en la reanudación del fútbol inglés.
Empezarán este miércoles con los partidos aplazados entre Aston Villa-Sheffield United, ambos recién ascendidos pero peleando por cotas bien distintas, y Manchester City-Arsenal. Seguirán el 19 de junio, cuando comience a disputarse la jornada 30 hasta llegar a la jornada 38, que marca el fin de la competición, con partidos casi a diario y donde los equipos deberán competir cada tres o cuatro días.
Pese a lo que muchos puedan pensar, esta Premier League 19-20 tiene todavía muchas metas en juego: volver a ver a un Liverpool campeón 30 años después, la pelea por entrar en Champions y Europa League, que a su vez vendrán marcadas por la posible sanción al conjunto ‘Citizen’, o la pelea por no descender a Championship. Pocos equipos «no se jugarán nada» en este final y mucho menos los jugadores, que tendrán que reivindicarse de cara a la siguiente campaña.
¿Qué factores debemos tener en cuenta?
Sin público
La vuelta a los terrenos viene marcada, más allá de las medidas de seguridad adoptadas, por jugar a puerta vacía. Es complicado entender el fútbol sin afición. Casi imposible. Se necesitan el uno al otro. Pero en esta situación extraordinaria, los jugadores deberán enfrentarse a jugar en estadios vacíos, con todo lo que ello supone.

Como ya hemos visto en Alemania o España, el factor campo o el jugar de local o visitante deja de ser tan relevante. Tanto es así que equipos como el Real Madrid o el Levante han optado por jugar fuera de su estadio. Pero más que un factor físico, tenemos que entenderlo como un factor emocional. No es el mero hecho de jugar en tu campo o con miles de voces rugiendo a tu alrededor, es todo lo que supone al futbolista. Que se motiva, se viene arriba ante su afición con sus cánticos o arengas, repercutiendo en su juego.
¿Quiénes serán los principales perjudicados? Aunque es obvio que es un factor que afectará a todos los equipos (igual que los sucesivos), no lo hará a todos por igual. Dejando de lado el componente individual, porque es imposible conocer cómo reaccionará cada jugador, hablaremos de tres aspectos determinantes: nexo afición/equipo, entendida como sintonía de los hinchas con los jugadores o ambiente en las gradas; metas en juego, los equipos en pugna por el descenso, y con mayor dificultad para puntuar, seguro que echarán en falta el aliento de sus seguidores en el campo y el ambiente que rodea los partidos cruciales que marcan la temporada y, por último, la composición del estadio, no todos tienen las mismas dimensiones, estructura o disposición y, en especial, no en todos los estadios se tiene a la afición igual de cerca del terreno de juego.
Los cambios
Otro de los cambios en la normativa más relevantes es la modificación en el número de sustituciones permitidas, pasando de los habituales tres cambios por partido a los cinco. Este final de competición vendrá marcado no solo por un parón de varios meses, también de encierro en las casas, donde, incluso los futbolistas, han perdido mucho más que el ritmo de competición, también mecánicas de movimientos que nos dan la cotidianidad, el día a día. Consecuencia de ello, será el alto riesgo de lesión que tendrán los jugadores, quienes apenas han jugado unos partidos de entrenamiento y ahora tendrán que competir cada tres días.
Los cinco cambios no son un capricho, sino una necesidad. Ya hemos visto en otras competiciones como es bastantes habitual ver como los jugadores tienen lesiones, dolores o molestias que les impiden seguir jugando; también jugadores que no tengan el físico suficiente para acabar los partidos de buenas a primeras o para el propio entrenador, que necesite dosificar jugadores ante lo apretado que ha quedado el calendario.

Igual que en el anterior apartado, hemos de hablar de dos aspectos cruciales: la profundidad de plantilla, donde seguro que los equipos del ‘Big Six’ saldrán beneficiados, y de lo habituados que estén a incluir rotaciones en sus esquemas, pues hay entrenadores que basan la solidez de su equipo en un once muy definido, sin apenas cambios.
Dinámicas
Como es lógico, tras este largo parón, los equipos difícilmente volverán a ser los mismos que eran antes de este. Para bien o para mal. Deberán de empezar desde cero, como si de una pretemporada se tratase. A algunos equipos como el Manchester United, que llevaban meses al alza (desde la llegada de Bruno) y que ya amenazaba la cuarta plaza del Chelsea, este parón ha sido un frenazo en seco en sus buenos números y las aspiraciones de volver, por fin, a la máxima competición europea. La otra cara de la moneda la representan los ‘Blues’, quienes se habían visto muy mermados por las lesiones o la confección de la plantilla y llevaban tiempo en una pequeña crisis de resultados. También para equipos de baja tabla como el Villa o West Ham, con dinámicas bastante negativas, esta será una nueva oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva para salvar la categoría.
Vuelta de jugadores lesionados
No todo iba a ser malo en este regreso. Estos meses sin competir, añadido al aplazamiento de la liga, ha permitido que muchos jugadores lesionados, que en condiciones habituales no podrían haber regresado a la competición (o les hubiera costado mucho), hayan podido recuperarse no solo de sus dolencias, sino que verse, en cierta manera, igualados al resto de sus compañeros que también tendrán que enfrentarse a la vuelta a los terrenos de juego tras un amplio periodo de inactividad. Aquí tenemos que hablar de nombres propios como Paul Pogba, casi inédito esta temporada, o de Harry Kane, quien difícilmente habría llegado al final de la liga.

Otros factores
Además de los ya comentados, numerosos son otros factores, que en mayor o menor medida influirán en estas últimas jornadas: la preparación de los jugadores durante el confinamiento, su vuelta a los entrenamientos, propensión a las lesiones, adaptación al calendario (muy ajustado), incluso la juventud de la plantilla.
Queda claro entonces que no veremos una Premier League igual que a la que estamos acostumbrados. Muchos son los condicionantes que marcarán este reinicio. Seguramente tampoco veamos partidos de ritmo frenético que habituamos a ver, pero no por ello viviremos con menos ilusión la vuelta del fútbol inglés. Que el balón eche a rodar de nuevo.