Una plantilla corta, lesiones, un juego irregular y la dificultad de realizar fichajes han hecho que la hinchada de los ‘Red Devils’ esté furiosa y dolida con sus dirigentes, jugadores y cuerpo técnico. La gota que colmó el vaso fue la derrota 2-0 ante el Burnley la jornada pasada, lo que provocó que muchos de los aficionados abandonaran el estadio faltando prácticamente media hora para que finalizara el partido, cosa que muy pocas veces se había visto en Old Trafford.
Las imágenes de cómo se vaciaba Stretford End se hicieron virales en las redes sociales y comentadas en muchos medios ingleses, con las que los seguidores no solo pedían la renuncia de Ed Woodward (vicepresidente ejecutivo y encargado de los fichajes) sino también de los dueños del club, la familia Glazer.
Una mala administración desde lo deportivo ha hecho que el conjunto inglés solo haya conquistado cuatro títulos desde la salida de Alex Ferguson. Eso, y que hayan gastado más de 800 millones de euros en fichajes que no han dado la talla. Quizá esto se deba a que el equipo no cuenta con un director deportivo que siga a los jugadores que puedan interesar y además negocie con los clubes para hacer las transacciones por precios más razonables (eso sin contar los gigantescos sueldos que tienen algunos jugadores). En vez de eso, Woodward optó por contratar un periodista para «mejorar» la imagen del club.
Si bien es cierto que los de Solskjaer han luchado contra los equipos fuertes y ha sido el único equipo que le ha quitado puntos al Liverpool, también han dejado escapar puntos contra los rivales más débiles, y últimamente el equipo no muestra un juego muy agradable de ver por la hinchada. Por eso hay sectores del estadio que piden la salida del noruego, pero la directiva le ha dado todo el apoyo para seguir con su proyecto y parece casi imposible que esta decisión cambie, o por lo menos, hasta final de temporada.
El entrenador afirmó en rueda de prensa que se está haciendo una labor fuerte por traer jugadores a corto plazo debido a las lesiones que presenta la plantilla, pero la grada espera uno o dos fichajes de jerarquía que puedan ayudar a mejorar el juego y así volver a creer en el equipo.