El Liverpool, vigente campeón de la Premier, no lo está pasando nada bien esta temporada. Después de ser golpeados con varias lesiones, especialmente en sus pilares fundamentales, un conjunto que dominaba Europa hace poco menos de año y medio sufre en la actualidad por entrar a puestos de Champions.
Se puede ver esta campaña un bajón de nivel en las parcelas ofensiva y defensiva, un equipo al que le cuesta dar forma a sus ataques con rendimientos muy pobres en la zaga. Los ‘Reds’ cayeron en cuartos de Champions contra el Real Madrid y en liga marchan sextos, poco más se les puede pedir a los chicos de Klopp teniendo en cuenta el calvario de los últimos meses. En este artículo se analizará, a parte de las lesiones, las cuatro causas del bajo rendimiento del Liverpool.
Falta de rotación
Dentro de los equipos la rotación es un factor importante, debido a que previene lesiones y un bajón de ritmo en caso de la ausencia de jugadores clave. Sumado a esto, es una oportunidad para que jugadores más jóvenes, adquieran experiencia en el terreno de juego.
La poca rotación de los ‘Reds’ ha generado que algunos de los jugadores del primer plantel tangan malestares físicos. Esto en sí, ha logrado ser la causa principal por la cual los de Klopp han perdido el norte en Premier.

Estancamiento en las ideas
Pese a que la filosofía de Klopp dio resultados en las primeras temporadas, la falta de transición se ha remarcado más en el sentido de un cambio de idea de juego. El Liverpool, con Salah, Mané, Firmino o Diogo Jota a la cabeza, carece de la agresividad de antaño.
Con un remarcado potencial ofensivo se viven ambientes demasiado relajados. Por otra parte, la retención de jugadores como Shaqiri es otra problemática. En una opinión personal, pero no es un jugador que case con el esquema táctico de Klopp.
Duelo de egos
No es un secreto de que Salah desea más luces y se ha visto en más de un rumor sobre su salida. De a poco, se ha ido resquebrajando la unidad y la idea de que todos reman en una misma dirección. Por lo tanto, un cambio de ídolos podría ser la respuesta principal a una batalla ideológica en Anfield.

Una inyección de jugadores con peso e historia ayudaría a calmar el fuego que existe tras vestuarios. No hay duda de que el principal problema en los clubes es la institucionalidad de jugadores, debido a que con el paso del tiempo ellos creen que están por encima del equipo.
El rol de Thiago
Se esperaba que la llegada del centrocampista español fuese como una bombona de oxígeno para el mediocampo ‘Red’. Pese a que ha sido uno de los puntos altos en el once de Klopp, aún no ha dado la talla para levantar la medular de un club en horas desesperadas.
Lejos de pelear por Premier y por Champions, el Liverpool ha dado la impresión de ser como un espejismo: volvió a la cima, pero le ha costado mantenerse. Un club titubeante que ha cometido el error de otros grandes, convertir a jugadores en institución, un saldo en contra que hoy por hoy lo paga caro.