Los octavos de final de Champions League ya llegaron a su fin para Liverpool y Manchester City. ‘Reds’ y ‘Citizens’ se valieron de lo cosechado en sus respectivos partidos de ida para ganarse el pase a cuartos de final de esta edición de UCL.
El Liverpool jugó con fuego
El Liverpool encaraba el partido de vuelta con el 0-2 conseguido en Milán. Klopp, desde el primer minuto, avisó que el partido en Anfield no sería para nada fácil y razón no le faltó. Desde el primer minuto y al igual que en la ida, el Inter tomó la iniciativa con el objetivo de que los ‘Reds’ no sentenciaran la eliminatoria. Dicho y hecho. Los italianos no sufrieron mucho en el primer tiempo más allá de un remate de Joel Matip que impactó en el larguero.
Aunque en la segunda mitad Mohamed Salah mandó dos balones al palo, el único grito del partido fue anotado por Lautaro Martínez. Para ser buenos con los dirigidos por Klopp, fue un gol, como se conoce popularmente, de otro partido. Sin embargo, si hay que determinar justicia, el marcador global se acercó más a lo que tuvo que plasmarse por desarrollo que por lo que momentos fue: el Liverpool anotó en la ida, con excesiva precisión, los goles que erró en la vuelta.
Una llave de octavos que deja dos principales conclusiones: primero, un Liverpool que fue merecedor de avanzar de ronda por méritos propios, con una extrema jerarquía de todos sus defensores. Capítulo a parte merece Virgil van Dijk, que volvió al mejor nivel que le hizo merecedor de un podio en el Balón de Oro; no hay lesión que detenga a esta bestia. Segundo, baño de humildad necesario para un equipo que sigue con aspectos a mejorar si quiere alzar más títulos esta temporada.
Paseo militar del Manchester City
No quedan adjetivos para describir al equipo dirigido por Guardiola. Llegaron a Lisboa y sin despeinarse eliminaron al Sporting, pero eso de menor esfuerzo no le quita intencionalidad a lo logrado. Todo lo contrario, habla que sin ver al mejor City fue capaz de liquidar la eliminatoria en el partido de ida. Muy pocos equipos en Europa pueden presumir de tal nivel.
El excelso nivel del equipo de Guardiola fue acompañado, tristemente para el espectador, de un mero trámite en el partido de vuelta. Un 0-0 en el partido de vuelta que consistió en dosificar a las figuras del primer equipo, aspecto necesario para tener la plantilla en las mejores condiciones para lograr todos los objetivos.
Las principales conclusiones que quedan sobre esta eliminatoria son: primero, el Manchester City se mantiene como el principal favorito para, al menos, llegar a la final de esta edición. Segundo, parecen haber pocos equipos en el mundo que sean capaces de suponerle un reto a este equipo. Veremos si en cuartos alguien se atreve a desafiarlos.
Dos británicos de cuatro en la siguiente ronda, la otra mitad, ojalá, la próxima semana.