Tottenham, ¿la crónica del Endurance?

El Endurance fue un buque rompehielos británico, famoso por la Expedición Imperial Trans-Antártica de 1914, cuyo capitán fue Ernest Shackleton. Fue la última gran expedición de la llamada edad heroica de la exploración de la Antártida. El objetivo era claro, un cruce transcontinental. Después de la conquista del polo sur por parte de Roald Amundsen, la última meta importante de Shackleton era cruzar este continente de extremo a extremo pasando a través del polo. Sin embargo, fracasaría en su expedición.

Mauricio Pochettino tiene su parecido con Roald Amundsen, ese entrenador que destacó en el Espanyol y Southampton llevó a su primera final de Champions al Tottenham Hotspur. El 1 de junio de 2019 el estratega argentino podía ser la portada del libro de historia de los ‘Spurs’, aunque ya, con lo construido, formaba parte de ella. Una aventura de épica supervivencia. Sin embargo, siete meses después, con fichajes carísimos, mala relación con el presidente y un equipo caído de por medio, el capitán del barco no era más Poch, es José Mourinho

El mismo portugués que, cuando dirigía al Chelsea, no se quedaba corto al afirmar que nunca entrenaría a los ‘Spurs’; el que dejaba y sigue dejando perlas en ruedas de prensa: «Creo que fue una amarilla justa porque fui un maleducado, aunque fui maleducado con un idiota», dijo Mou tras el Southampton 1-0 Tottenham de año nuevo; el mismo entrenador que ganó Champions con Porto e Inter, pero el mismo que fracasó con el Manchester United.

Juan Foyth, jugador del Tottenham, lucha por un balón. TOTTENHAM HOTSPUR

Ese mismo Mourinho que no ha cambiado, y se encuentra con los mismos problemas dentro de su nuevo equipo. En materia de fichajes se realizaron (solo) tres, a alto costo, cuando el equipo que se veía desgastado desde la final de Champions de la temporada pasada, que pedía una renovación a gritos para mantener el proyecto. Giovanni Lo Celso, Ryan Sessegnon y Tanguy Ndombele (que recibió críticas de su entrenador por estar siempre lesionado) para reemplazar a Kieran Trippier, Fernando Llorente y Vincent Janssen. Fichajes realizados numéricamente hombre por hombre, pero se necesitaban más para la reestructuración del equipo: faltaban fichajes en zonas sensibles como el frente de ataque y el medio campo

De hecho, el tema de fichajes se ha gestionado pésimamente desde el club. La salida de Christian Eriksen como agente libre es inevitable; los centrales belgas, Jan Vertonghen y Toby Alderweireld dan la sensación de que en cualquier momento se pueden marchar, aunque el segundo renovó recientemente; las salidas no se suplen de forma correcta, dejando como ejemplo claro el de Llorente y Janssen: actualmente el Tottenham cuenta con dos hombres que pueden hacer de delanteros centros, Son Heung-min y Harry Kane, pero ambos se perderán el próximo partido de la Premier. Da la sensación de que donde hay jugadores de alto nivel en especificas posiciones, carecen de recambio; y donde hay una ligera variedad de elección, no están a la altura de un equipo que sus aspiraciones deben ser pelear por títulos.

José Mourinho, durante un entrenamiento. TOTTENHAM HOTSPUR

Y es el que el presidente, Daniel Levy, tiene mucho que ver también. En él recae la responsabilidad de que en el próximo mercado de fichajes se traigan jugadores de los que necesita Mou para que el Tottenham recupere, aunque sea, esa etiqueta de equipo que anima la competición. Pero también debe haber mesura de José (Mourinho) para establecer un plan concreto para optimizar la plantilla acorde a los objetivos. Los gastos millonarios no son más una opción, pero los fichajes mediocres tampoco.

Sin embargo, cuando ocurrió el cambio de técnico en noviembre se pensó que la llegada de Mou sería la solución inmediata a todos los problemas. Una plantilla llena de jugadores que se adaptan a las características del juego que pide el portugués, se puede considerar de los más idóneos del mercado para retomar el rumbo del club, pero habrá que tener paciencia y respaldo de todos los lados para que los ‘Spurs’ peleen por entrar a puestos europeos y luchar por trofeos otra vez. La historia no tiene al Tottenham como un equipo muy ganador, pero al ser un histórico de la competición, la responsabilidad de siempre dar lo mejor está presente.

Que los resultados dinámicos entre victorias, empates y derrotas no confundan a la gente. La perseverancia y exigencia son dos palabras que pueden describir a la perfección la historia de los ‘Lilywhites’, una que se dividió en un antes y un después tras la derrota contra el Liverpool en la final de la Champions, aquel primero de junio. Y aunque los últimos resultados del equipo londinense no han sido los mejores, el fútbol da revancha cada ocho días.

Este 11 de enero del 2020, 224 días después, este hermoso deporte les da una nueva revancha, ante el mismo rival (ahora líder invicto de la Premier), frente a su público y con todo en contra. Perseverancia y exigencia para mantener a flote este barco, Mourinho no quiere ser otro Ernest Shackleton. 

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