Un minuto para todo

Anfield tiene vida propia: empuja cuando se ha de remontar una eliminatoria, le gusta la fiesta y es agradecido con aquellos que dejan todo por el escudo. De Kenny Dalglish a Luis Suárez, el estadio del Liverpool se ha deshecho en aplausos de manos de obreros a dioses que bajaron al barro. Pero si hay algún ‘7’ al que jamás imaginaron homenajear es a uno del eterno rival Manchester United.

Pero esto sucedería, porque Anfield también es humano y llenaría el séptimo minuto del encuentro con aplausos y canticos del You’ll Never Walk Alone. Cristiano Ronaldo, que perdió recientemente a uno de sus hijos, recibiría el calor de un estadio que, desde lo ocurrido en Hillsborough en 1989, siempre nos recuerda que el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes.

Un minuto duraría el homenaje, para que el estadio de los ‘Reds’ siguiera con furia empujando a los suyos, que ya ganaban con un 1-0 anotado por Luis Díaz. Aquel homenaje al astro portugués haría olvidar, por un minuto, lo dispar que es en la actualidad el Liverpool-United. Si hace una semana se remarcaba el valor de los dos segundos, este encuentro desnudó todas las flaquezas de un Manchester que miraba con resignación cómo cuatro pases de primera intención terminaban en un golazo de Salah.

Simone Inzaghi, a la misma hora, dirigía un Derbi della Madonnina con su Inter. Pero, jugando en competiciones ajenas y con cientos de kilómetros de distancia, unas declaraciones suyas retumbaban en la cabeza de Ralf Rangnick: «El Liverpool es especialista en darte esperanza para luego destrozarlas». El técnico del Manchester United fue osado en la segunda mitad, título de valiente que adquiere porque él mismo se encargó de decirle al mundo entero, antes del partido, que necesitaba a la mayor cantidad de hombres detrás de la pelota para no perder. La entrada de Jadon Sancho por Phil Jones no cambiaría nada.

Cuando parecía que el partido descansaría en un inocente 2-0, por la necesidad de los de Klopp de llegar lo más enteros posible a esta recta final de infarto, Robertson se asociaría con Díaz para que este pusiera en bandeja el tercero a Mané. Un partido redondo del tridente que completaría Salah con su doblete. Con este cuarto gol, el egipcio se convierte en el primer jugador en marcarle cinco a los ‘Red Devils’ en una temporada.

Robertson y Diaz celebran el primer tanto del encuentro. EFE

El tiempo avanzaba y Anfield ovacionó a Fabinho, Thiago y Luis Díaz, premio al trabajo y el talento. Sería injusto quedarse solo con esos tres, porque fue un partido en el que todo el equipo estuvo brillante. La cruz se vio en sus homólogos del United, quienes no estuvieron a la altura del partido. Bruno Fernandes parecía querer decorar su pobre actuación con una tarjeta roja, realizando faltas innecesarias en el ocaso del encuentro.

Al final del partido, Klopp fue preguntado por su opinión sobre el homenaje a Ronaldo: «En la vida hay cosas más importantes que el fútbol», respondió con firmeza. Tras esas declaraciones las luces del estadio descansarían y cada quién se marcharía a su casa con lo innegable. El Liverpool dormía líder provisional de la Premier y el United se alejaba un poco más de la lucha por los puestos Champions. Eso sí, también quedaría claro que, cuando se quiere, hay un minuto para todo.

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