El Tottenham de José Mourinho está teniendo un inicio de temporada prometedor. Tras 11 jornadas lideran (empatados a 24 puntos con el Liverpool) la tabla de Premier y progresan en Europa, dejando muy buenas sensaciones como equipo. Hasta la fecha es el conjunto menos goleado de liga (nueve tantos) y el tercero más goleador (23), números que le postulan como candidato al título más que mero ‘outsider’.
En este artículo se analizarán las claves tácticas de este equipo: sistema y alineación, idea de juego del entrenador, plan ofensivo, plan defensivo y jugadores destacados: Harry Kane y Son como estandartes de la plantilla.
Contexto del Tottenham
José Mourinho recaló en el Tottenham a finales de 2019 para remplazar a Mauricio Pochettino, técnico con el que los ‘Spurs’ habían crecido durante los cinco años anteriores. Contratar a un técnico de la talla del portugués evidenció la deriva que tomaba el club presidido por Daniel Levy: apostar más por los títulos que por la formación, como apuntó Gus Poyet en una entrevista para este medio.
En media temporada se notó la mano de Mou: el equipo escaló posiciones en liga y clasificó a Europa League como sexto aunque cayó en octavos de Champions vs RB Leipzig. El cuadro adoptó las máximas que han acompañado a su entrenador durante toda su carrera, pero carecían de piezas para ser determinantes en las competiciones más importantes. Sin embargo, este año, la cosa es bien diferente: el Tottenham ha crecido como bloque y ya tiene muy marcado ese sello Mourinho.

Mourinho como entrenador
Resulta curioso que Mourinho haya ganado la liga inglesa, italiana y española desde un perspectiva de inferioridad. Sería paradójico por la magnitud de estos clubes y por el potencial de sus plantillas, pero no por adoptar una filosofía de «equipo chico» en muchas ocasiones criticada. En una época en la que los grandes abrazaban la posesión para dominar a los rivales, el de Setúbal rehuía de ella por hacerse fuerte atrás y castigar al contragolpe.
Allá donde Mou ha triunfado (Porto, Chelsea, Inter y Real Madrid) siempre se han reiterado (con mismos dibujos o diferentes) las partes que fundamentan su idea de juego. No se profundizará demasiado en su trayectoria ni trabajos anteriores, pero se dará unas pinceladas de lo que el portugués siempre quiere en su equipo.

José Mourinho llegó al Chelsea en 2004 después de haber ganado la Champions con un Porto ultra defensivo y conquistó una liga de récords en su primer año con los ‘Blues’. Su mayor impacto en Inglaterra tuvo que ver con el análisis de la oposición y con cómo minimizar sus fortalezas. Así comenzó a construir un equipo sólido, reactivo y letal en las transiciones, como se vería también en Milán y Madrid.
En lo referente a los dibujos, Mourinho ha trabajado con muchos y muy diferentes a lo largo de su carrera (1-4-4-2 en rombo, 1-4-3-3, 1-4-5-1, sistemas con defensa de cinco, 1-4-2-3-1…), pero ha sido este último el entendido como su preferido.
Sistema de juego en el Tottenham

Después de un año de trabajo probando con diferentes esquemas, Mou ha encontrado en el 1-4-2-3-1 el mejor para potenciar a los futbolistas del Tottenham. Un dibujo que recuerda a aquel del portugués en el Madrid con fichas que cumplen roles prácticamente calcados. En portería el capitán Hugo Lloris; la pareja de centrales Dier y Alderweireld; en los laterales son clave Reguilón y Aurier o Doherty, encargados de dar amplitud y profundidad y muy disciplinados en defensa.
Pierre-Emil Hojbjerg (Xabi Alonso) y Sissoko (Khedira) forman el doble pivote con una labor de contención más que de construcción del juego. El mediapunta, Ndombele o Lo Celso (Özil) tiene una función más creativa, libertad para moverse entre líneas y mezclar con el mediocampo y el ataque.
En delantera Harry Kane (Benzema), futbolista que ha culminado su evolución y ha roto en un delantero total capaz de anotar, asistir y jugar como un mediocentro natural. En bandas están Heung-Min Son (Ronaldo) y Bergwijn o Moura, quienes se aprovechan de los espacios generados por Kane. El primero con un rol de goleador del equipo, el otro como segunda espada a sumar.

Plan ofensivo
Como se ha explicado antes y, teniendo en cuenta su trayectoria, Mourinho siempre ha relegado la posesión a un segundo plano en pro de otros aspectos como el equilibrio y la creación de un bloque compacto que se mueva al unísono. Bien podría haber conseguido esto trabajando con el balón, pero él, ya sea por jugadores o por su manera entender el fútbol, piensa que es más fácil llegar a ese punto reaccionando antes que proponiendo.
Lo que más éxitos le ha dado durante su carrera ha sido el juego vertiginoso de transiciones, con atacantes realmente rápidos que destrozaran a las defensas rivales al contragolpe. Tradicionalmente ha preferido el juego directo que el elaborado, aunque poco a poco haya ido adaptándose a este último. Por eso los últimos equipos del portugués han ido ganando en porcentaje de posesión, aunque hayan sido siempre conscientes de que esta herramienta la utilizaban como un elemento de control en pequeños tramos de los partidos.

Queda claro con este dato de Whoscored: en 11 jornadas disputadas de Premier los ‘Spurs’ figuran como el undécimo equipo con más posesión de la liga (50, 1 %), bastante lejos de sus rivales del ‘Big Six’ y de equipos menores como el Leeds, Soton o Brighton. Mourinho bien sabe que su baza son las contras, pero está mejorando desde el ataque posicional con figuras como Hojbjerg y Kane.
En salida de balón, el Tottenham alterna el juego directo con sacar en corto. Mourinho lateraliza a Hojbjerg o Sissoko, pide a sus extremos que se metan por dentro y coloca a sus laterales bien altos. La eficacia de estas acciones dependen de la creatividad del mediapunta y de Kane (que baja a dar apoyos), pero la mayoría de ocasiones no acaban en buen puerto, perdiendo la posesión y organizándose en defensa.

Así pues, y, como era de esperar, la mayoría de goles del Tottenham están llegando de la forma más directa. Harry Kane, excelso como asistente, y Son, como una máquina anotadora, conforman la dupla más prolífica de la actualidad. Hasta la fecha, el inglés ha producido 27 goles (14 tantos y 13 asistencias) en 18 partidos, mientras que el coreano lleva 19 (13+6) en los mismos.
Plan defensivo
El plan defensivo no implica mayores complejidades que el ofensivo. Este se limita a llevar al máximo lo básico en este y en la mayoría de deportes: bloque compacto, alta intensidad, competitividad, solidaridad y un trabajado sistema de ayudas. Rara es la vez en la que Mourinho manda a sus jugadores a presionar arriba, pues se siente muy cómodo con un bloque medio-bajo.

En defensa, el 1-4-2-3-1 pasa a ser un 1-4-4-2 (esquema que más utilizan los entrenadores en la actualidad para defender), con Kane y el mediapunta formando pareja arriba, rotando a la hora de bascular a una u otra banda. La consigna es fortalecer el carril central, donde se ubican Sissoko y el danés como escudo antes de llegar a los centrales.
Así, Mourinho dispone de jugadores rápidos que pueden anticiparse para cortar pases rivales y armar rápido la fase ofensiva. Ante la defensa de centros laterales los dos centrales nunca salen del área ni pierden la posición; en los carriles, las ayudas son constantes.

Para defender, Mourinho ha implementado un sistema de marcaje zonal en el que cada jugador se reparte su espacio. Los tres centrocampistas tienen que lidiar con los mediocentros rivales y los dos centrales con los delanteros. Sin embargo, en las bandas el marcaje suele ser al hombre tapando las líneas de pase. Los extremos se emparejan con los laterales rivales y viceversa. Siempre que hay superioridad rival aparecen las ayudas de Sissoko o Hojbjerg.
Este ha sido un breve análisis táctico de los aspectos más básicos del Tottenham de José Mourinho. Un conjunto que ha necesitado tiempo para alcanzar un gran nivel y que está sorprendiendo a todos en este inicio de competición. Con fichajes clave como Reguilón y Hojbjerg, el aporte de Gareth Bale y el nivel de Kane y Son pueden llegar a lograr grandes cosas. ¿Está Mourinho preparado para dar un golpe sobre la mesa y reivindicarse?