Ya han pasado varios meses desde que Unai Emery fue despedido del Arsenal y su puesto (después del interino Ljungberg) fue ocupado por Mikel Arteta. Poco queda de aquel equipo que en otoño acostumbraba a perder partidos campando a mitad de tabla y, lejos de hacer del Emirates un fortín, abría las puertas a sus rivales para que su casa fuera saqueada. Con Mikel Arteta los ‘Gunners’ vuelven a ser ese Arsenal reconocible que marca diferencias en las dos áreas e intimida a sus rivales, aunque la plantilla siga siendo la misma que la que comenzó la temporada en agosto a excepción del fichaje invernal de Pablo Marí.
El donostiarra heredó un equipo que ocupaba la 11ª posición de Premier y se situaba a 9 puntos de Champions con cinco partidos ganados, ocho empates y otras cinco derrotas. Ganar fuera de casa era una tarea complicada, pues de nueve visitas solo se habían llevado los tres puntos en dos ocasiones. Aunque en el Emirates tampoco les sonreía la suerte: empates contra ‘Spurs’, Crystal Palace, Wolves o Southampton y derrotas contra Brighton y Man City.
Desde su llegada Arteta implantó un 1-4-2-3-1, confió y cedió los mandos a un Mesut Özil que para entonces había estado desaparecido. El engranaje comenzó a funcionar, la pólvora continuó seca en la delantera y los resultados no tardaron en llegar. Cuatro victorias, cinco empates y una sola derrota en los 10 partidos de Arteta en Premier. Ahora, con un partido menos, se sitúan novenos en la clasificación a 8 puntos de Champions y a 3 de Europa League (si la sanción de la FIFA al Manchester City se aplica la próxima temporada).
Los jugadores que más han mejorado su rendimiento desde la llegada de Arteta han sido Mustafi, Saka, Xhaka, Ceballos y el propio Özil. Pero si en algo se ha notado la capa de pintura del que fuera segundo entrenador de Guardiola ha sido en la línea defensiva. Según datos aportados por el club, antes de Arteta los ‘Gunners’ recibieron cinco o más disparos a puerta en el 61% de los partidos; con el donostiarra en el banquillo solo sucedió esto en el 30% de los encuentros.

Consecuencia directa ha sido el número de porterías a cero y goles concedidos. En los últimos 15 partidos antes de la llegada de Arteta el Arsenal recibió 28 goles y solo pudo mantener su portería a 0 en una ocasión; en los mismos encuentros, el donostiarra ha terminado siete partidos sin encajar gol y solo ha concedido 12 tantos.
Otros aspectos como las intercepciones también han sufrido una notable mejora: de una media de 8,5 por partido antes de Arteta a 10,6 bajo la batuta del español. Además, la intensidad y el compromiso se ha visto reflejado en la media de distancia recorrida por todos los jugadores en un partido de Premier: Con Emery era de 107,61 km y con Ljungberg de 108,41 km; Arteta también la supera con 109,27 km.
Aún no hay noticias de cuándo se podrá reanudar la Premier o, si por el contrario, tendrá que suspenderse. Los ‘Gunners’ cayeron en 1/16 de Europa League en el último minuto de la prórroga contra el Olympiakos y esperan al Sheffield United en cuartos de FA Cup, pero, por lo pronto, y vistas estas estadísticas, se puede afirmar que Arteta le ha cambiado la cara a este Arsenal y lucharán por entrar en Europa.