Dinamarca es el lugar de creación de los famosos bloques LEGO, hechos para que gente de todas las edades puedan hacer uso de su imaginación y diseñar todo aquello que crean posible. A veces necesitas un molde e instrucciones para saber que armar, otras veces solo necesitas que tu cerebro se ponga a pensar y el resto sale solo. Es una magnífica coincidencia (o no) que Christian Eriksen sea danés y un jugador creativo del más alto nivel.
En el fútbol siempre se requiere de un jugador que manipule los hilos del equipo y, muchas veces, un equipo que se maneje de acuerdo a los tiempos de este jugador. Ahora, si se da la sintonía, los resultados quedan al caer. Que el equipo funcione como un conjunto es otra cosa y eso dependerá no solo de la idea del técnico, sino también (en gran parte) de lo que pueda aportar el creativo, normalmente asociado con la posición de enganche. Puede estar ubicado directamente detrás de una línea de tres en ataque, con posibilidades de retrasarse hacia al centro del campo, puede colaborar para ayudar a filtrar el balón desde el inicio de cada jugada y también cuenta con el panorama necesario para ver dónde colocar con precisión quirúrgica cada balón. Alimenta a delanteros y amplía el juego hacia los extremos o hacia los laterales mejor posicionados para centrar. En definitiva, el eje.
Lo adelantábamos en el párrafo anterior. Hay ocasiones en las que un equipo funciona como un conjunto y eso es gracias, en gran parte, a lo que pueden realizar su creativo y su entrenador. La mano de Pochettino desde su llegada al Tottenham sirvió para potenciar a varios jugadores que ya estaban en el club (entre los que se encontraba Eriksen), como también para encontrar gemas que ayudarían al club a generar cierto prestigio durante su estadía. Cuesta adaptarse a una idea porque no todo cambia de la noche a la mañana. Los ‘Spurs’ tuvieron su eclosión en la temporada 15-16. Sí, aquella que vio al Leicester lograr lo imposible y salir campeón, con los miembros del ‘Big Six’ fallando en grande para impedirlo. Tottenham y Arsenal tuvieron su oportunidad pero la malgastaron. Esa temporada marcó la consagración de Harry Kane y también la aparición de Dele Alli, pero un aspecto al que quizá nunca se dio demasiada notoriedad fue el aporte de Eriksen. Aporte que se vio reflejado en sus asistencias. Desde aquella temporada, el dato «Gol- Kane, Asistencia – Eriksen» era una cosa segura. No es para menos: Eriksen desde la 15-16 hasta la 18-19 siempre registró dobles dígitos en asistencias (algo que define, en parte, el poder goleador del equipo y la capacidad de generar ocasiones). ¿La prueba de toda esta mención? La posición del equipo en Premier League no bajó del cuarto puesto, habiendo incluso logrando el subcampeonato en la 16-17 por debajo del Chelsea de Conte. La final de Champions perdida ante Liverpool el pasado mayo fue el punto más alto de los del norte de Londres en estos últimos cinco años y también el comienzo de un camino más duro, alejado de todo arañazo de gloria que metieron en los últimos años. En esto Eriksen también tiene parte que ver.
La final perdida en Madrid sin duda marcaría un antes y después, por lo que había una sensación de vacío que empezaba a notarse en el aire. Aunque ningún fan de los ‘Spurs’, ni siquiera el más negativo, podía esperarse algo semejante. Varios jugadores pensaron que esto había sido el fin de una era y tenían en mente irse a probar suerte en otros lugares y buscar nuevos desafíos. Eriksen era uno de ellos y lo aclaró públicamente. El escenario no era el más alentador tampoco, se le acababa el contrato en 2021 y el Tottenham debía decidir si dejarlo marchar en verano y recuperar algo de dinero o dejar que el danés, con una decisión ya tomada, se marchase con el pase en su poder en condición de libre al mejor postor al año siguiente.

En el medio había un año de competencia y pensemos por un momento en lo que esto significa para la dinámica de grupo (más aún cada vez que sucede un caso semejante). Un jugador que está, pero que no está al mismo tiempo. El entrenador sabe que tiene que armar un equipo de una manera distinta y encontrar alguien que lo reemplace mientras tanto, sus compañeros saben que tienen que adaptarse a los ritmos de un nuevo creativo (en la Premier League, por su ritmo, esto puede llegar a ser determinante). La verdad es que, aunque Pochettino quisiera demostrar lo contrario, el danés estaba desilusionado por no poder marcharse y porque sabía que como consecuencia sus minutos de juego serían menos. Su participación pasaba a segundo plano. El Tottenham estaba teniendo una campaña deslucida, lo que llevó al despido de Mauricio Pochettino y contratación de José Mourinho. Aún así, Eriksen tenía minutos contados de juego y este mercado invernal se ha convertido en el momento clave para marcharse, cosa que terminó haciendo al fichar por el Inter de Milán.
Disfruté mucho de estar en el centro de entrenamiento todos los días y de jugar partidos en este estadio, pero a veces necesitas probar algo nuevo. Fue un placer jugar en este club y espero que nos volvamos a encontrar en el futuro.
Christian Eriksen en su despedida para los fans del Tottenham
Dicen que el fútbol es más que un juego. Pero ya sea en la vida o en un juego también, a veces necesitas buscar nuevos retos. Esto puede ser, en parte, porque ya dejaste tu marca y necesitas saber si puedes avanzar al siguiente nivel. Christian Eriksen dejó su huella en la Premier League y esta se vio plasmada en sus estadísticas durante su estadía en los ‘Spurs’:
- 571 ocasiones creadas (1º)
- 62 asistencias (1º)
- 23 goles marcados desde fuera del área (1º)
- 8 goles de tiro libre (1º)
- 113 goles producidos (goles+asistencias) (7º)
- 51 goles (1º danés en llegar a esa marca)
- Quinto jugador en llegar a los 50 goles con la camiseta de los ‘Spurs’.
La Premier League pierde a uno de sus más grandes talentos históricos, un jugador infravalorado que demostró como el trabajo silencioso y arduo puede ayudarte a llegar lejos, tan lejos como su ingenio a la hora de encontrar el momento exacto para soltar un pase. A quienes fuimos contemporáneos solo nos queda la dicha de haberlo disfrutado.