Bernardo Silva, una hormiga con guantes de seda

«Bernardo Silva no solo fue el mejor jugador de nuestro equipo esta temporada, fue el mejor de toda la Premier League. Él puede jugar increíblemente bien en todas las posiciones porque lo hace todo con el balón»

Pep Guardiola

Ya avisó Domènec Torrent en 2017, por aquel entonces segundo entrenador de Pep Guardiola: «Cuidado con el Mónaco, tienen un Silva tan bueno como el nuestro». Un mes más tarde, el equipo del Principado eliminó al Manchester City en octavos de Champions. Dos años después, Bernardo se ha consagrado como uno de los mejores centrocampistas de Europa, conquistando su segunda Premier League consecutiva siendo «el mejor el jugador de toda la competición» para su técnico.

Los inicios de Bernardo Silva (Lisboa, 1994) no fueron precisamente fáciles. Ingresó en las filas del Benfica con apenas siete años, donde jugó en categorías inferiores hasta su etapa como juvenil llegando al primer equipo con 19 años. «Mi sueño desde pequeño era debutar con el Benfica. Era mi equipo de corazón, pero cuando llegué descubrí que el entrenador no contaba conmigo. Me puso de lateral izquierdo en pretemporada, jugué un solo partido de liga, y a final de temporada me dijo que quería que volviera al filial. Yo vi que eso no era bueno para mí. Me di cuenta que necesitaba salir y encontré el Mónaco», manifestó el jugador portugués en una entrevista para El País.

Tres campañas en el Principado ocupando las demarcaciones de mediapunta y extremo derecho hasta su eclosión en la 16-17. «Bernardo explotó en el 1-4-4-2 de Jardim, un sistema muy vertical con laterales larguísimos en el que el portugués partía de fuera conduciendo hacia el interior con la pelota pegada al pie, combinando rápido para buscar siempre un tiro o un pase al espacio para Falcao o Mbappé», afirma Andrés Onrubia, periodista especializado en fútbol francés.

Ese año el Mónaco ganó al todopoderoso Paris Saint-Germain la Ligue 1 e ilusionó en Champions alcanzando las semifinales tras haber eliminado al City y Borussia Dortmund. «Este equipo manejaba una gran cantidad de registros. Tenía mucha capacidad para contragolpear con Mbappé pero también organizaba muy bien sus ataques con pelota en los que Bernardo era pieza clave», explica el periodista deportivo Miguel Quintana. Era obvio que tanto talento joven no duraría mucho en el club monegasco, y es que no pasaron más de dos meses para que ‘Donatello’, Mendy, Bakayoko o el propio Bernardo cambiaran de aires.

Bernardo Silva y Mbappé celebran un gol con el Mónaco. AS MONACO

Consagración en Manchester

El primer año de Guardiola en Manchester no fue lo que el de Santpedor hubiera esperado. La ventana de traspasos del verano de 2017 se tradujo en un desembolso de 240 millones de euros para reforzar la plantilla y dar un salto de calidad en su aspiración por dominar Inglaterra. Un portero de garantías (Ederson), tres laterales (Mendy, Walker y Danilo) para apuntalar los carriles tras las bajas de Kolarov, Zabaleta y Clichy y un diamante en bruto luso, versátil y digno de coger el relevo que su tocayo español, David Silva, pronto dejará en el conjunto ‘Skyblue’.

La primera temporada del portugués en lo individual fue de notable. Las rotaciones en los sistemas de Pep y la fuerte competencia con jugadores de más cartel, ya fuera en banda (Sterling y Sané)  o en el interior (De Bryune y David Silva) impidieron que el lisboeta gozara de la continuidad que le había valido para darse a conocer en Mónaco. Pese a ello siempre aportó desde el banquillo, dando 10 pases de gol y marcando 9 tantos en todas las competiciones.

Por su parte, la 18-19 ha supuesto su consagración. Una lesión de larga duración de Kevin De Bruyne y su versatilidad para adaptarse a diferentes posiciones en el campo han supuesto que Bernardo sea el tercer jugador de su equipo con más minutos disputados en el campeonato doméstico, solo por detrás de Ederson y Laporte. Consecuencia directa es también el incremento de sus estadísticas: 13 goles y 11 asistencias.

La calma en la tempestad del juego de Portugal

La actual selección portuguesa de Fernando Santos es un conjunto sólido que se construye desde atrás hacia adelante, en el que Bernardo Silva tiene un rol clave tanto en lo táctico como en lo anímico. «Es la máxima referencia de esta generación bajo la sombra de Ronaldo, el equipo lo sabe y actúa como tal buscándole siempre en la conducción. También es un punto de inflexión en un sistema de juego bastante cerrado tácticamente, ya que aporta ese plus de diferencia y criterio que ha aprendido de Guardiola en esta dinámica de contención y vértigo característica de Santos. Es la calma en la tempestad del juego de Portugal», declara Miguel Pereira, experto en fútbol luso.

B. Silva celebra un gol de Cristiano junto a sus compañeros. SELEÇAO PORTUGAL

Relevo de David Silva

La única duda que queda por disipar es si Bernardo podrá coger el relevo de David Silva en el conjunto ‘Citizen’. A día de hoy, su posición ideal es la de extremo derecho, la cual le descarga de responsabilidades y le permite enfocar su desborde y su capacidad de determinación de mejor manera. «De cara al futuro, seguro que terminará dando un paso atrás para jugar como interior. Allí podrá ver el fútbol de cara y aunque pierda llegada crecerá en ascendencia con el equipo», manifiesta Quintana.

«Bernardo podrá cumplir perfectamente el rol de David, dado que es un futbolista con capacidad para construir y gestionar. Silva ha ido evolucionando con el paso de los años. El David que sale del Valencia no es el del City, todo tiene que ver con un proceso, y a Bernardo le veo con toda esa capacidad para cumplirlo», añade el periodista.

«No tiene techo, cuando lo veía en el Mónaco ya pensaba que podía ser uno de los mejores jugadores del mundo. Está muy cerca del escalón de las estrellas que ocupan Cristiano, Messi, o Mbappé. Si mejora la regularidad puede ser uno de los mejores del mundo si no lo es ya, porque está dejando verdaderas exhibiciones», afirma Onrubia.

Bernardo Silva y Sterling. MANCHESTER CITY

Para Pereira, Bernardo Silva tiene todo para ser un ‘Top 3’ mundial en su demarcación: «Estoy seguro de que lo puede lograr, sobre todo por aprender directamente de David Silva y de Pep Guardiola, dentro y fuera del terreno de juego. Esta temporada ha sido probablemente el mejor jugador de la Premier y es muy posible que no lo haya sido por última vez. Puede mejorar su faceta goleadora pero en líneas generales su juego ya es de nivel élite mundial. Con la salida de Hazard, en mi opinión, es el mejor futbolista que queda en Inglaterra».

«Tiene una lectura de juego privilegiada y a la vez es un currante absoluto. Es una hormiga con guantes de seda, lo que encaja perfectamente en lo que es el fútbol actual: talento en espacios reducidos y capacidad de trabajo para aguantar ritmos de elevada intensidad», añade.

En los últimos meses el lisboeta ha sido comparado con Andrés Iniesta. Es cierto que no tiene el juego con ambas piernas, la elasticidad y la calidad del español, pero como ha dejado claro en las últimas temporadas, tiene mimbres para ser ese jugador sobre el que constuir un equipo que aspire a ganarlo todo.

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