El fútbol más que un deporte es un estilo de vida, y, como en la vida, existen una infinidad de caminos a tomar. El destino no siempre es el deseado y otras veces, el camino simplemente no es el indicado. Por simple causa y efecto, la concatenación de malas decisiones en algún punto te hace perder el rumbo. Pregúntenle al Bolton si no. Fieles al apodo que los identifica, los ‘Trotters’ siempre fueron un equipo que vagó por todas las divisiones del fútbol inglés. Pero a diferencia de otras oportunidades, esta vez parece que será mucho más complicado encontrar la brújula que los vuelva a poner en el camino de Premier League.
La palabra ‘historia’ se puede utilizar para nombrar al Bolton, pues este equipo de Gran Manchester fue uno de los 12 fundadores de la Football League en 1888. Uno de sus vecinos, el Blackburn, fue otro de los fundadores (el camino de estos equipos se cruzará en otro aspecto a destacar dentro de este informe y que es el nacimiento de la fortuna actual de ambos). Como varios de los equipos más antiguos de nuestro deporte, el Bolton tiene en sus vitrinas, por ejemplo, un trofeo de FA Cup (de hecho, la ganaron en cuatro ocasiones). Historia.
Años dorados en Premier
Si comenzamos a transitar la era Premier League, la primera temporada del Bolton fue la 95-96, en la que finalizó en la última posición con apenas 29 puntos. No fue hasta la temporada 01-02 que los ‘Trotters’ pudieron volver a disputar la máxima categoría del fútbol inglés. En aquella oportunidad, los dirigidos por Allardyce (sí, Big Sam) acabaron en 16ª posición con 40 puntos, cuatro puntos por encima de la zona del descenso. ¿Dato de color? De los últimos cinco partidos de la temporada, el Bolton ganó uno, empatando otro y perdiendo los tres restantes (los últimos encuentros de la temporada). Si no fuera por la ineficacia del resto de los equipos de la zona baja hablaríamos de ‘Great escape’, algo que al Bolton no se le dio bien en la temporada 11-12, como veremos más adelante.
Durante los próximos diez años, el Bolton alternaría posiciones en la parte alta de la tabla con otras de riesgo. Incluso, llegó a estar en puestos de Champions en algún momento de la 06-07 como desempeño a destacar. Sé lo que deben estar pensando: «¿Champions League? ¿El Bolton? Pues debe ser un sueño muy loco». El fútbol también tiene momentos en los que vale la pena soñar. Pero no terminó siendo tan dulce, pues los ‘Trotters’ terminaron disputando la copa de la UEFA (ahora Europa League) al año siguiente, tras terminar séptimos en esa temporada. El cuento de hadas no termina acá. No solo lograron sacar un empate en el Allianz Arena ante el Bayern Munich que les sirvió para clasificar a la ronda de 1/32, sino que, en 1/16, se cargaron al Atlético de Madrid. Hoy en día eso sería una broma o algo que puede pasar solo en un videojuego. Acá también hay un punto de inflexión: La carga de múltiples competencias para un equipo sin profundidad en la plantilla o que simplemente no esté equipado para ello, se traduce en una merma de rendimiento en algún punto de la temporada. El Bolton finalizó 16º en esa temporada (07-08) y desde ahí comenzaría a coquetear con el descenso, lo cual se terminaría produciendo años más tarde.

En sus años dorados de Premier, y párrafo aparte, Bolton vio pasar a jugadores de talla y reconocimiento mundial como: Youri Djorkaeff, Fernando Hierro, Iván Campo, Jay Jay Okocha, Nikolas Anelka; entre otros. Jugadores de la vieja escuela como Kevin Nolan y Kevin Davies, y otros que daban sus primeros pasos como Gary Cahill y Marcos Alonso (ambos vitales en distintos campeonatos del Chelsea a lo largo de los años venideros). El equipo también contaba con caras menos visibles, quizá, pero que le daban un sostén sólido a un equipo que se mantuvo mucho tiempo en la élite, y que también tuvo la oportunidad de llevarse algún trofeo en el camino (derrota 2-1 frente al Boro en la League Cup 04-05).
Comienza la debacle
Dijimos que la temporada 07-08 fue un punto de inflexión para el Bolton. A esto hay que sumarle también la temporada 11-12, con la que completaron su descenso a Championship. Los de Gran Manchester arrancaron aquel torneo con una serie de ‘fixtures’ para nada alentadores: Arsenal, United, Chelsea, Liverpool y Man City en las primeras siete jornadas. Habiendo sacado 6 puntos de 21 posibles, este comienzo supuso un golpe emocional para los jugadores, al menos eso opinan los hinchas. Algo curioso de aquel fallido arranque liguero fue que el rival en la primera jornada había sido el QPR, al que golearon categóricamente por 4-0 de visita. ¿Por qué curioso? Pues, el QPR aparecería en el fatídico descenlace de temporada de los ‘Trotters. Más adelante veremos cómo.
¿Recuerdan la temporada de regreso del Bolton a Premier, la 01-02? El equipo había logrado solo una victoria en sus últimos cinco partidos, perdiendo los últimos tres. Algo similar ocurrió en la 11-12: El equipo solo ganó uno de sus últimos cinco partidos, empató tres y perdió el antepenúltimo (1-4 vs Spurs). Con todo esto, la salvación aún era posible ya que estaba a tan solo 2 puntos del QPR y con la última fecha por jugarse. La verdad es que la última jornada de ese campeonato fue de locos (ya tendremos oportunidad de contar que sucedió en detalle en ese día de tanto frenesí). El Bolton sufrió un empate al 77′ ante el Stoke que sería definitivo, aunque el QPR cayó en el último minuto ante el Man. City. De esta manera los ‘Trotters’ acabarían descendiendo por tan solo un punto. La descripción gráfica de la mala suerte, una mala suerte que acababa de comenzar.
Ya en la 12-13 con el equipo en Championship, la meta era volver en el primer intento y casi se logró. La diferencia de goles con el Leicester les impidió tomar el último lugar en los play-offs. Esto haría que el por entonces dueño de la institución, Eddie Davies, dejara de invertir en el club. Para diciembre de 2015, el Bolton contaba con una deuda de 172,9 millones libras, un pedido de liquidación (de parte de la HMRC) por no pagar impuestos y, como consecuencia de ello, la sanción de no incorporar jugadores. Eddie Davies se encargó de cubrir una gran parte de esa deuda; pero, para 2016, el club aún tenía pendiente 2,2 millones de libras y tenía que encontrar comprador o declararse en quiebra. En este punto es donde empieza la verdadera pesadilla.

A principios de 2016, Davies termina por vender el club a un consorcio llamado ‘Sports Shield’ liderado por Dean Holdsworth (ex delantero del club) y Ken Anderson, un empresario con antecedentes de quiebra en diversas compañías que había manejado en el pasado (en 2005 sufrió una sanción de ocho años por el mal manejo de ocho compañías). Ante esta situación, la EFL no intervino y dejó que tomara las riendas del Bolton Wanderers. Una receta para el desastre, sobre todo porque la gente ya se venía venir que el club sufriera una posible debacle económica. Como si todo esto no fuera poco, en abril de 2016 se produce el descenso del equipo a League One, algo que no ocurría desde 1993.
Tuvimos la suerte de contar con la participación de la gente de Bolton Latinoamérica, quienes se pronunciaron de la siguiente manera al respecto: «Su gestión ya era cuestionada cuando la EFL permitió que adquirieran el club habiendo arruinado otras compañías en el pasado. Creemos que fundamentalmente el error fue tropezar con la misma piedra dos veces (embargo). El nuevo gestor no supo administrar la ayuda económica de Eddie Davies (ex dueño) y cuando tenía todo para crecer tras el ascenso con Phil Parkinson trajo jugadores con sueldos altísimos (Josh Magennis, por ejemplo). Las ventas de bajo coste de jugadores de la cantera como Holding al Arsenal por 2 millones eran ridículas. Simplemente no estaba capacitado para manejar un club de futbol«.
Los muchachos mencionaron el ascenso, justamente de esa temporada 16-17 y hay un dato particular sobre ello: El equipo no gastó ni un solo centavo en esa temporada, ni en la siguiente, ya en Championship, lo que le valió la permanencia en el último partido de la temporada ante el Nottingham. Hasta aquí todo bien, pero ya el equipo estaba jugando con el descenso. Para colmo de males, la gestión Anderson empezaba a agravar la situación
La temporada 18-19 es donde toma forma final la pesadilla que Anderson les supuso al club y los fans. Para el final de esa temporada, no solo se concreta un nuevo descenso a League One, sino que el club ya había sufrido cuatro pedidos de liquidación en 14 meses; tenía una deuda de 1 millón de libras en impuestos y había cerrado el campo de entrenamiento, no había comida, los empleados del club no estaban percibiendo ingresos y había transferencias que se encontraban sin pagar. Como resultado de todo esto, los jugadores protagonizaron una huelga en apoyo con el resto del club. El escenario fue el partido final de la temporada ante el Brentford, al cual no se presentaron. Igual no termina ahí, ya que la EFL le descontó 12 puntos para el curso de lo que sería la temporada actual. Los problemas seguían y la nube negra que acompañaba al Bolton desde hace ya un tiempo comenzaba a expandirse.
Agosto de 2019 fue un mes de mucho drama y tensión para los aficionados del Bolton, pues el club estuvo a punto de desaparecer. El equipo solo contaba con cinco jugadores profesionales en la plantilla y estaba formado casi en su totalidad por juveniles. Desde la directiva decidieron suspender el partido ante el Doncaster (ya en pleno torneo) por razones de integridad para estos chicos. El 23 de agosto la EFL dictaminó que el club tenía hasta el 12 de septiembre para encontrar comprador, o serían expulsados de la Football League (destino que sufrió el Bury FC, otro equipo aledaño). Esta decisión se debía, en parte, a que la adquisición del club por parte del consorcio ‘Football Ventures’ había resultado fallida meses atrás a la intervención de Laurence Bassini, un empresario que había hecho estragos años anteriores en Watford y que quiso negociar la compra del club.

Una vida más
Finalmente, el 28 de agosto del año pasado, ‘Football Ventures’ logró adquirir el club y comenzaron a respirarse nuevos aires en la ciudad: Bolton permanece afiliado a la Football League, puede seguir disputando League One (aunque el descenso ya sea una realidad) y tiene nuevas personas al frente de la institución, en quienes los fans pueden confiar. Esto se debe a que los miembros del consorcio son nacidos en Bolton y el actual entrenador, Keith Hill, también tiene sello ‘Boltonian’.
Aunque la resurrección de Bolton tendrá lugar a partir de la próxima temporada. Así se expresaban los chicos de Bolton Latinoamérica al respecto: «El descenso es un hecho que la directiva y el propio Hill ya saben. Sería tocar fondo verdaderamente, pero creemos que va a ser positivo para reconstruir el club desde cero, apostando por un proyecto de juveniles, que tengan su espacio y sean protagonistas. De igual manera, los dueños declararon que la temporada que viene van a dar su apoyo económico (invertir) para que el resultado no sea otro que el ascenso. No podemos estar más de una temporada en la League Two, sería una catástrofe futbolística y económica, dada la gran infraestructura del club y los pocos ingresos que tendría. Particularmente tenemos fe en los dueños ya que son nacidos en la ciudad y entienden el papel importante de los fans y lo que representa para ellos este club de fútbol».
El Bolton está a pocos pasos de jugar en League Two por segunda vez en su historia, pero eso no desanima a sus seguidores, quienes permanecerán a su lado pase lo que pase. Y es que si tu equipo tuvo incontables coqueteos con el descenso, disputó todas las categorías profesionales, sobrevivió a una infinidad de intentos de liquidación y a la mano negra de los empresarios ineptos de turno (esos que se enriquecen mientras hunden clubes modestos), no tienes otra opción que serle fiel hasta la muerte. Por su longeva historia y por sus fans de todo el mundo. Ojalá vuelvan mejores tiempos y el club solo vaya en una dirección: Hacia arriba.