Un adiós muy doloroso. No hay peor manera de despedirse de algún ser querido que en medio de protestas, reclamos y desunión. Esta ha sido la historia de la desaparición del Macclesfield Town. Un club con una rica historia en divisiones inferiores, más de 140 años de historia, ha sido liquidado hace unos días. Normalmente preferimos conocer historias de éxito como la de Wycombe Wanderers o Burton Albion. El adiós de este Macclesfield Town representa la otra cara de la moneda, una historia de enojo y protestas que terminó de la peor forma posible.
Historia del club
El Macclesfield Town comenzó su historia en el año de 1874. Mejor conocidos como los ‘Silkmen’, es un equipo ubicado a unos 33 kilómetros al sureste de Mánchester. El club cuenta con más años de historia que sus vecinos mancunianos, teniendo un destacado palmarés en divisiones inferiores.
Su mayor logro fue la consecución de dos FA Trophy, en 1970 y 1996. Para la temporada 1993-1994 lograron su ascenso a la Third Divison (League Two) pero no fue concretado ya que su estadio, Moss Rose, no cumplió con los requisitos de Football League. En la temporada 96-97, esta vez sí ascendieron a Third Division (hoy League Two) y quedarían segundos en su primera campaña, subiendo a la Second Division (League One). Solamente estuvieron una temporada en dicha división y regresaron a la cuarta categoría.

Permanecieron en la cuarta división desde 1999 hasta 2012, llegando a perder una semifinal de play-off en 2005 y finalmente descendieron a National League en 2012. De forma sorpresiva y envueltos en problemas financieros, quedaron campeones de National League en la temporada 2017-2018. Para la campaña 18-19, con el mítico Sol Campbell como su entrenador, consiguieron salvar la categoría pero los problemas financieros subían como espuma.
La gota que derramó el vaso
La temporada pasada significó el fin del equipo. A principios del año, se les debía tres meses de salario a los jugadores, quienes comenzaron las protestas y amenazas de boicotear partidos. En octubre de 2019, la falta de pagos continuaba y los jugadores solicitaron apoyo a la EFL, que el siguiente mes comenzó un proceso formal de investigación sobre el tema.
En un partido de la primera ronda de FA Cup, gran parte del cuadro titular se negó a jugar si no se les pagaba. A consecuencia, el club alineó a seis jugadores del filial y cinco cedidos, perdiendo el partido por marcador de 0-4 ante el modesto Kingstonian de séptima división. A raíz de aquello, los aficionados también montaron algunas protestas y los reclamos surgían de todas partes.
Noviembre se caracterizó por la constante en el atraso en los pagos, investigaciones y amenazas de boicotear entrenamientos y partidos. La primera sanción de puntos caería a raíz de la suspensión de un partido de League Two ante el Crewe Alexandra a inicios de diciembre de 2019. El día 21 del mismo mes, se suspendió otro encuentro de liga, ahora ante el Plymouth Argyle. Ante dichas suspensiones, la EFL anunció varios cargos de conducta inapropiada y reducciones de puntos. Los aficionados culpaban al entonces propietario, Amar Alkadhi, de toda esta situación pero él alegaba que buscaba vender el club pero no existía comprador alguno.
Un 2020 de pesadilla
Su entrenador, Daryl McMahon, renunció a inicios del 2020 y, poco después, tres jugadores se acercaron a la EFL con la intención de terminar sus contratos con el club. En febrero, se repitió la historia de los pagos y cayó otro cargo por parte de la EFL, mientras las investigaciones hacia el club seguían. Para el mes de abril, se reportó que no habían pagado por quinto mes en la temporada, fallando en los pagos de marzo y prácticamente todos los jugadores y personal del club fueron puestos en licencia.
A final de cuentas, las deducciones de puntos, intentos por salvar el club, apelaciones, cargos y castigos siguieron llegando. Al final, terminaron por debajo del Stevenage tras una deducción de 17 puntos; que terminaría por condenarlos al descenso a National League. Circulaban rumores de un posible comprador del club pero solamente si lograban mantenerse en la división.
Esto no fue de un día para el otro, muchas cosas pasaban en Macclesfield. Terminaron siendo tres deducciones de puntos en ocasiones separadas por tema de salarios y la suspensión de sus partidos ante Crewe Alexandra y Plymouth Argyle. Pero, esto no había terminado y lo peor estaba por venir.
El adiós del Macclesfield Town
La historia terminó. El 16 de septiembre de 2020, el Tribunal Superior dictó una orden de liquidación contra el club. El dueño, Amar Alkadhi, solicitó una extensión de ocho semanas para limpiar las deudas del Macclesfield Town pero fue rechazada.

El juez Sebastian Prentis dictó la orden de liquidación al no recibir evidencia relacionada con la venta del club o algún indicio de la capacidad del club para pagar a sus acreedores, diciendo que: «Nada me reconforta de que el club pueda pagar sus deudas en un periodo razonable». Los aficionados ‘Silkmen’ buscaron formas de salvar el club pero sus esfuerzos fueron en vano.
Finalmente, las deudas ascendían a unas 500.000 libras. Eran unas 190.000 libras de impuestos, 170.000 al ex entrenador John Askey y una suma similar a otros acreedores no revelados.
¿Qué sucede ahora?
No es solamente la desaparición del equipo en sí, no son solamente once jugadores ni el cuerpo técnico, es todo el personal del club que se queda sin trabajo, desde el jardinero hasta el utilero. No es solamente el equipo, es toda una comunidad que pierde parte de la identidad de la ciudad.
Con tantas diferencias sociales y personales entre las personas, un club de fútbol puede representar ese punto de unión. Es ese lugar en donde las diferencias no importan, todos están juntos y apoyan al mismo equipo. Tal vez no conozcas a los aficionados de a un lado pero, entra un gol del Macclesfield Town, y todos celebran, se abrazan y gozan. Podemos estar separados por mil y una cosas, tener distintas creencias e ideologías; pero todas ellas desaparecen al vestir el jersey de tu equipo y vivir el fútbol.

Tal y como sucedió con el Bury FC, es posible que los hinchas del Macclesfield Town refunden el club y empiecen en las categorías inferiores. Si bien eso significa algo de luz al final de túnel, lo cierto es que no es lo mismo y el Macclesfield Town ya pasó a la historia.
Esto seguirá sucediendo…
Este tema es muy grave. Varios equipos de Football League (de segunda a cuarta) y de divisiones inferiores estaban en serios problemas económicos incluso antes de la pandemia COVID-19, lo que significa que este problema es mucho más serio y es fundamental que los aficionados regresen a las tribunas cuando las condiciones sanitarias lo permitan.
En meses anteriores, el Bury FC fue el primero en caer. Ya le siguió el Macclesfield Town… ¿Quién será el siguiente? Lo preocupante es que no parece ser un tema de si esto sucederá, sino más bien de cuándo sucederá. El Southend United está en una posición similar y podría seguir el camino del Macclesfield Town en unas semanas, también recordando los actuales problemas del Charlton Athletic, Bolton Wanderers, Wigan Athletic, Sheffield Wednesday, entre otros.
Estamos viviendo un momento crítico en el fútbol inglés. La Premier League puede ser como la punta del iceberg, lo que se ve a simple vista como la liga más poderosa y lucrativa del mundo. Sin embargo, todo lo que suele no verse muy a menudo es esa otra parte del iceberg. Esa otra parte que está en peligro, que está desapareciendo y que poco a poco comienza a hundirse.