Caer y levantarse. Limpiarse el polvo y las heridas para seguir adelante con tu camino. Una dinámica que es común en la vida de cualquier persona. Podemos permitirnos ilusionarnos e intentar correr antes de saber andar, al igual que es obligatorio saber sobreponerse a los pasos en falso que se dan. Lucas Digne tropezó cuando llegó al Barcelona en el verano de 2016, sabiendo que la estela de Jordi Alba estaba presente, pero supo corregir su rumbo y hoy en día es uno de los mejores laterales de la Premier League.
Digne nació al fútbol en el Lille. Creció y se mostró al mundo en la ciudad del norte de Francia, pero muy rápidamente dio el salto al principal escaparate francés, el París Saint-Germain. Un salto prematuro que denotaba el nivel que se le atisbaba, siendo una de las grandes promesas para el lateral cuando llegó al Parque de los Príncipes. Allí se desventó el ‘hype’ que traía consigo, hasta que una cesión a la Roma que lideraban Dzeko y Mohamed Salah le hizo recuperar su mejor versión y postularse como uno de los laterales más interesantes de Europa.
Al cabo de un año, otro movimiento precoz le hizo tropezar. El Barça iba tras un lateral que supliese a Jordi Alba y el francés quedó asombrado ante el interés de un aristócrata europeo. En su estancia en el club culé le cobraron peaje. En su mundo utópico de felicidad, el lateral soñaba con cabalgar descontrolado por el prado que forma el tapete del carril izquierdo del Camp Nou. Sin embargo, el sueño se convirtió en pesadilla cuando despertó. Constantes convocatorias fuera y partidos divisados desde más allá de la línea de cal se volvieron rutina para un joven que solo fantaseaba con ser protagonista de una superproducción.

Hasta que llegó el día del adiós a aquel infierno. Junto a él, un par más de Malditos Bastardos azulgranas como André Gomes y Yerry Mina, decidieron hacer las maletas en el verano de 2018, ir al aeropuerto de ‘El Prat’ y coger un billete en busca de la felicidad. Una felicidad que les llegó, a los tres juntos, en la zona azul de Liverpool. Entre las lluvias, el viento y los días grises de Merseyside lograron mostrar al mundo del fútbol que lo visto en la ciudad condal no era más que una mala versión suya, que sus botas tenían mucho que demostrar.
«Es solo cuando un hombre encuentra un obstáculo que puede medirse a sí mismo, ¿de qué soy capaz?, ¿qué tan lejos puedo llegar?, ¿puedo vencer mis miedos?»
Antoine de Saint-Exupéry, autor de ‘El Principito’
Rubio e ingenuo, como el Principito, aterrizaba en las islas que serían su propio planeta B612. En su toma de tierra le esperaba una leyenda del Everton y de la Premier League para competirle el puesto. Leighton Baines había sido durante los 11 años anteriores dueño y señor del carril izquierdo de Goodison Park, completando con Seamus Coleman una pareja de laterales histórica para los ‘Toffees’. Pero ni la veteranía ni la experiencia del capitán pudieron con el hambre de victoria que tenía Digne y, sin comerlo ni beberlo, se hizo con la titularidad. Ni siquiera otorgó el beneficio de la duda a Marco Silva. Él ha recogido el bastón de mando del histórico defensor y va camino de igualar su rendimiento la ciudad del río Mersey.
Entre el heredero y su predecesor se pueden trazar ciertos paralelismos. Ambos ostentan una zurda mágica que le pone banda sonora a cada balón que golpean. Unos centros con una suavidad visual que otorga esa comba que realiza la zona interior del pie, pero que esconden una voracidad para que el rematador no tenga que preocuparse por nada. En carrera o en parado, de primeras o con el balón controlado, tiene la capacidad de armar la pierna y sacar un golpeo medido con escuadra, cartabón y transportador de ángulos. Parecen teledirigidos por control remoto.

No muy rápido para los laterales que se ven en la actualidad pero fuerte en los duelos individuales, es una certeza defensiva para Carletto. Atento y observador para las vigilancias defensivas de los centros laterales al segundo palo que tanto cuestan defender para los que ocupan esas posiciones. En ataque es combinativo y profundo, sabe gestionar el juego asociativo y pisar diferentes zonas: el juego con el extremo de alternancia de carriles también lo maneja a la perfección. Y, para colmo, el golpeo excelso mencionado anteriormente lo saca desde línea de fondo o desde el pico del área.
En una Premier League que se ha convertido en toda una constelación de estrellas y talento, el lateral galo es uno de los ‘outsiders’ para mejor jugador de la competencia. El foco mediático inglés pasa factura y en el primer plano ya no se aceptan artistas de segunda categoría. Y Lucas Digne se ha convertido en uno de los argumentos competitivos para que el Everton entre en la candidatura por un billete para recorrer Europa el próximo año. La ilusión de ensueño inicial se ha ido apagando paulatinamente por el paso de las jornadas, la baja de jugadores clave y el duro peso de la realidad. Pero, siendo realistas, poder pisar tierras continentales sería todo un éxito en una liga de equipos todopoderosos.
The Beatles escribieron ‘Here comes The Sun’ mientras atravesaban una época complicada en sus carreras. George Harrison vio el sol por primera vez en la primavera de la ciudad de Liverpool cuando se le ocurrió esta obra musical. Paradójicamente, Lucas Digne también salió de una mala racha para brillar sobre tierras ‘Scousers’. Él vio salir el sol al horizonte de Goodison Park y no ha hecho más que brillar desde que el rayo de luz alumbró su carrera.