Comenzaba la década de los 80, una época marcada por el racismo y la homofobia presentes en la sociedad británica y otros problemas relacionados con el fútbol como el hooliganismo. En este caldo de cultivo aparecía nuestro protagonista: Justinus Soni Fashanu, más conocido como Justin Fashanu, quien nació en febrero de 1961. De padres nigerianos instalados en Inglaterra, tuvo que irse a vivir con su hermano John a un orfanato tras la separación de sus padres, hasta que con seis años fue adoptado por Alf y Betty Jackson, un familia clase media inglesa. El pequeño Justin buscó en el deporte una vía de escape para huir de su dura infancia: fue un gran boxeador durante su niñez, pero terminaría decidiéndose por el fútbol cuando un reclutador lo presentó a diferentes clubes ingleses.
Debutaría con 17 años en el Norwich City en un encuentro contra el West Bromwich Albion y sus buenas actuaciones empezarían a labrarle un nombre en el mundo del fútbol. Su gran rendimiento en un partido contra el Liverpool (encuentro en el que fue galardonado con el premio al ‘Gol de la Temporada’ de la BBC) provocó que en agosto de 1981 el Nottingham Forest de Brian Clough lo incorporara a sus filas convirtiéndose en el primer jugador negro transferido por un millón de libras.

Su rendimiento comenzó a flaquear y su mala relación con Brian Clough sumado a las frecuentes salidas a clubes nocturnos gays comenzaban a golpear en su vida personal y profesional. El tiempo pasaba, Justin no conseguía tener un ritmo acorde a las exigencias de su entrenador, que al descubrir que era homosexual le prohibió entrenar con el equipo. En la autobiografía Clough: The Autobiography se narra la discusión que tuvo el técnico con Fashanu: «¿A dónde vas si quieres una rebanada de pan?, le pregunté. Al panadero, me dijo. ¿A dónde vas si quieres una pata de cordero?, le volví a preguntar. Al carnicero, me contestó. ¿Entonces por qué sigues yendo a ese maldito club de maricones?»
En 1981 Fashanu se fue del Forest en busca de minutos y en los siguientes años pasó sin pena ni gloria por Southampton, Notts County y Brighton, donde sufrió una seria lesión en la rodilla que parecía poner fin a una carrera muy temprana. Justin se mudó a Estados Unidos para ser operado y, tras una recuperación milagrosa, logró jugar un par de temporadas en la extinta Liga de Norteamérica. Luego regresó a Inglaterra para intentar levantar su carrera. En octubre de 1989 se convirtió en futbolista del Manchester City, donde solo jugó dos partidos en un mes antes de irse a West Ham e Ipswich Town, ambos sin suerte.
En octubre de 1990 se declaró públicamente homosexual en una entrevista exclusiva con The Sun, convirtiéndose en el único jugador de renombre en hacerlo hasta ese momento. La nota se tituló ‘£1m Football Star: I am gay’, y afirmó haber tenido una aventura con un miembro del Parlamento Británico casado. Las reacciones fueron lamentables: muchos de sus ex compañeros declararon en contra de él, con comentarios como «los homosexuales no tienen sitio en los deportes de equipo». Aunque él siempre afirmó que sus compañeros lo apoyaban, sufrió durante años la burla de rivales y del público de todas las edades. En una nota de la revista Gay Time explicaba cómo le ofrecían grandes sumas de dinero por contar la historias falsas como que tenía relaciones con políticos, futbolistas o estrellas del pop, e incluso una suma mayor por ocultar que era homosexual.
«¿A dónde vas si quieres una rebanada de pan?, le pregunté. Al panadero, me dijo. ¿A dónde vas si quieres una pata de cordero?, le volví a preguntar. Al carnicero, me contestó. ¿Entonces por qué sigues yendo a ese maldito club de maricones?»
Brian Clough en su autobiografía
Justin admitió que no estaba preparado para toda esa ola de críticas y violencia y que su carrera había sufrido un gran daño. Estuvo a prueba en el Newcastle United, pero el entrenador argentino Osvaldo Ardiles se negó a darle un contrato permanente. Vagó por clubes de bajas divisiones británicas pasando de ser jugador y ayudante técnico a entrenador con malos resultados. Después rondó por Estados Unidos y Nueva Zelanda hasta que, tras una carrera de 19 años, anunció su retiro oficial del fútbol profesional.

En marzo de 1998, un joven de 17 años denunció a la Policía haber sido agredido sexualmente por Fashanu tras una noche de fiesta en EEUU. Justin fue interrogado el 3 de abril, pero no fue detenido. Los medios comunicaban que los agentes llegaron más tarde con una orden de detención por agresión sexual en segundo grado y agresión en primer y segundo grado. Sin embargo, Fashanu ya había vuelto a Inglaterra. En la mañana del 3 de mayo de 1998, fue encontrado sin vida a los 37 años en un garaje abandonado en Shoreditch, Londres. En su nota de suicidio afirmaba: «Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable. No quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia (…) Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz».
Una investigación realizada en Londres mostró que no existía ninguna orden de detención para Fashanu y que la Policía de los Estados Unidos había abandonado el caso por falta de pruebas. Asimismo, una encuesta de YouGov desveló que un 90 % de los aficionados ingleses aceptarían sin problemas que los futbolistas gays hicieran pública su condición sexual. Justin fue el número 99 en la lista de los ‘500 héroes gays y lésbicos’ según The Pink Paper. Además, fue el único futbolista en actividad abiertamente gay en una de las grandes ligas de Europa hasta que lo hiciera publico Olivier Rouyer en el año 2006.
Justin Fashanu fue un futbolista negro y gay en una época donde la discriminación era moneda corriente en los ámbitos sociales. Él fue fiel a sus principios, dio un paso histórico en la aceptación racial y homosexual en el deporte y terminó su vida buscando la paz que nunca pudo tener.