Alguna vez Bill Shankly dijo: «Mucha gente piensa que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, pero es mucho más importante que eso». Una frase que resume perfectamente la rivalidad entre dos ciudades (Liverpool y Manchester) con una misma actividad económica, con bastantes similitudes en el contexto social y con un mismo amor hacia el fútbol. Pero divididas por 54 kilómetros de carretera y el amor por los dos clubes más emblemáticos de Inglaterra.
La enemistad entre estas dos urbes es tan arcaica que data del siglo XIX, cuando Liverpool y Manchester eran importantes puertos donde se importaba o exportaba materia prima hacia el continente americano. En esa época, la localidad de Manchester debía servirse de Liverpool como puente para recibir mercancía, lo que significaba un importante ingreso de dinero para los de Merseyside en materia de fletes. Pero todo esto finalizó en 1894 cuando se inauguró el Canal de Manchester y dejaron de depender directamente de los de Liverpool.
La rivalidad se trasladaría al fútbol por primera vez en 1893. Por aquel entonces el Liverpool disputaba la Second Division, hoy conocida como la Championship. La temporada fue magnífica para los ‘Reds’, pues al quedar primeros en la clasificación fueron escogidos para jugar el play-off de ascenso contra el Newton Heat (nombre original de Manchester United). La victoria y el ascenso a la primera división inglesa serían del Liverpool, quienes vencerían 2-0 a los de Manchester.
Un pequeño paréntesis en esta historia se vivió durante los años de la Primera Guerra Mundial. En 1915 el Liverpool y el Manchester United se enfrentaban en un partido decisivo para los ‘Red Devils’, pues estos se encontraban en la zona de descenso mientras que los de Merseyside atravesaban una temporada irregular ubicándose en la zona media de la tabla. El encuentro finalizó 0-2 a favor de los de Manchester, pero los que presenciaron el partido quedaron con una extraña sensación. Semanas después se conocería que siete jugadores de ambos planteles se dieron cita en una casa de apuestas y pactaron el marcador del encuentro. Estos siete jugadores serían vetados de por vida en la liga profesional, pero gracias a su contribución en la Gran Guerra seis de ellos serían absueltos.

La muestra más grande de rivalidad entre estos dos clubes se vivió durante la segunda mitad del siglo XX, en unas décadas en las que coincidieron los técnicos más laureados de la historia de ambos clubes. Matt Busby llegó a los ‘Red Devils’ en 1945 y ganó 13 títulos ayudado por Bobby Charlton, otro superviviente de la tragedia de Múnich. La década de los sesenta sería una de las más importantes de la historia del club. Por otro lado, los de Anfield tuvieron que esperar hasta 1961 para volver a la máxima categoría de la mano de Bill Shankly, quien en 1964 lograría arrebatarle por cinco puntos el título de liga al Manchester United.
En la década de los 70 y 80 el pulso lo ganaría el Liverpool. De la mano Bob Paisley levantaron un sinfín de títulos, siendo los más recordados las dos copas de Europa ganadas de manera consecutiva. Estas décadas estarían marcadas por el auge del hooliganismo en Inglaterra, en la que los seguidores del United relegados a segunda división veían a la afición del Liverpool como gente arrogante. Estos sentimientos de odio por el bando contrario harían de los estadios de fútbol sitios en los que la violencia predominaba. La mayor muestra de esto fue la tragedia de Haysel, en la que 30 personas perderían la vida y 600 más resultarían heridas.

Llegaban los 90 y con ellos la revancha de los ‘Red Devils’. De la mano de Sir Alex Ferguson y con jugadores como Rooney, Cristiano Ronaldo o Cantona (bastante aborrecido por la afición del Liverpool) los de Manchester ganarían 37 títulos. Bajo las órdenes de Ferguson, el United borraría del plano nacional a los de Merseyside (su último título de liga data de la temporada 89-90).
En la actualidad, el Liverpool goza de mejor presente que el Manchester United, pero sin duda la historia nos ha demostrado que la hegemonía de uno de estos dos equipos finaliza cuando el otro se alza. Tal vez ‘Reds’ y ‘Reds Devils’ no serían lo que son sin el deseo de superarse y ser mejor que el otro.
Esta tarde el Liverpool y el United se volverán a ver las caras tras el primer enfrentamiento en Old Trafford. Un encuentro que significa más que tres puntos, un derbi más allá del fútbol.