Esta es una historia de magia, una historia de ilusión. A diferencia de lo que normalmente pueden significar estas palabras, se convirtió en realidad. David Silva llegó al Manchester City en el mercado veraniego de 2010 y tras una década al servicio de los ‘Cityzens’, decidió decir adiós antes de recalar en la Real Sociedad.
El creativo llegó procedente del Valencia por 28,8 millones de libras y de inmediato se transformó en la figura encargada de manejar los hilos del equipo. Recordemos que cuando Silva llegó, el Manchester City recién estaba en proceso de ser el coloso que es actualmente y demoraría tan solo un año desde su llegada para confirmarlo.
Durante 10 temporadas el mago español consiguió números que lo convierten no solo en una leyenda del conjunto ‘Sky blue’, sino también de la Premier League. En la competición liguera, el canario disputó 309 partidos, marcando 60 goles y repartiendo 93 asistencias (sexto en la tabla histórica solo por detrás de Giggs, Fàbregas, Rooney, Lampard y Bergkamp). Además, Silva promedió 60,84 pases por partido y un 71% de ‘tackles’ existosos, unas cifras que evidencian su compromiso con el equipo en todos sectores del campo.
De la mano del ‘chino’, el Manchester City comenzaría a escribir con fuego su historia reciente en la élite del fútbol inglés y también se transformaría en toda una sensación mundial captando a millones de aficionados. En cuanto a títulos, en ese lapso el City consiguió lo siguiente: 4 Premier Leagues, 2 FA Cups, 3 Community Shields y 5 Copas de la Liga.
Goles, asistencias y títulos. La historia de David Silva en Inglaterra está marcada por un sinfín de momentos gloriosos, pero para destacar la verdadera importancia de su contribución, optamos por contar brevemente lo acontecido en dos de esas diez temporadas. Más precisamente, tenemos que remontarnos a la temporada 2011-2012 (el primer título del City en Premier) y a la temporada 2017-2018 (el año de la liga de los 100 puntos).
«I swear you’ll never gonna see anything like this ever again»
Lo de aquella temporada es más que conocido: Manchester City remontó una desventaja de 8 puntos al United en el sprint final y terminaría ganando la Premier igualado en puntos, pero con mejor diferencia de gol (+8 justamente) en el último suspiro de la última fecha y desatando los festejos propios de un ‘comeback’ de esa proporción.

La contribución de Silva en aquella temporada no pasa desapercibida. 6 goles y 15 asistencias para un equipo que fue encontrando su forma en el transcurso de la temporada y que no solo le valió un título, sino también ser galardonado con el premio al mejor jugador de septiembre de 2011.
Nunca rendirse
Tal y como adelantábamos más arriba, la otra temporada memorable de David Silva fue la 17-18 y esto se debe directamente a un hecho que tenía como protagonista a su hijo Mateo. El primogénito de Silva y su pareja, Yessica Suárez, nació a finales del 2017 en un estado de prematura extrema (menos de 28 semanas de gestación). La incertidumbre sobre la salud del pequeño era lo único que rondaba por la cabeza de Silva. Mateo estuvo en un hospital de Valencia hasta marzo y David llegó a perderse ocho partidos a causa de la salud de su pequeño.

En una entrevista a The Sun en 2018, Silva recordó cómo el fútbol fue su cable a tierra. «Cada vez que jugaba al fútbol liberaba la tensión y me olvidaba de los problemas. Cuando llegaba al vestuario y cogía el móvil, volvía a preguntarme ¿qué está pasando?, ¿está mejorando?, ¿qué va a pasar?. Jugar al fútbol era una gran liberación para mí. Tan pronto como pisaba el césped no tenía preocupaciones».
A pesar de que Silva se perdió casi un cuarto de los partidos de aquella temporada, cada vez que jugaba se sentía y fue vital en aquel City arrollador que logró la mayor cantidad de puntos en Premier (100) y la mayor ventaja sobre el segundo (19 puntos sobre el Manchester United).
En efecto, 9 goles y 11 asistencias sobre 29 partidos, marcarían una de sus mejores temporadas en cuanto números por minutos de juego. Pero no se queden solo con las cifras, pues el compromiso de Silva con el posicionamiento táctico y estilo de juego de Guardiola fue excepcional. ¿No nos creen? pues vean la siguiente imagen.

El adiós y su legado
En su última temporada con la camiseta de los ‘Cityzens’, David Silva disputó 27 encuentros, marcó 6 goles y dio 10 asistencias. Nada mal para un equipo que sucumbió ante el poderío del Liverpool en liga y nunca encontró rumbo en otras competencias, cerrando otro año irregular y con varias incertidumbres. Su última contribución fue en la victoria 2-1 ante el Bournemouth por la fecha 36 (un gol y una asistencia).
Uno de los principales problemas que se le plantean a Pep Guardiola (y que aparecieron durante parte de la temporada) es encontrar un sustituto a la altura de cubrir el rol del chino. Bernardo Silva, al que aún le falta dar un paso hacia adelante, y Phil Foden, sin dudas la gran promesa del City, serán quienes se disputen ese puesto.
El tiempo dirá qué falta le hará David Silva al City y su estructura, pero lo que sí es seguro, es que su marca perdurará y que cada vez que necesitemos creer en la magia, su zurda lujosa lo hará realidad. La Premier League le dice adiós a una de sus leyendas.