Las celebraciones tras un gol siempre fueron algo especial. Llevó su tiempo, pero los jugadores comenzaron a agregarle alguna marca distintiva a sus festejos. Tanto es así, que incluso en los videojuegos más famosos se puede recrearlas. Bailes, dedicatorias, homenajes, piruetas; sea como sea, siempre hay lugar para la imaginación.
Cuando hablamos de Premier League, algunas celebraciones se vienen a la mente: La carrera con puño en alto de Alan Shearer, los deslizamientos de rodilla de Henry para silenciar White Hart Lane o de Drogba, Tim Cahill boxeando al banderín del corner, Steven Gerrard corriendo hacia la cámara para darle un beso…
Aunque cada una de esas celebraciones serán eternamente recordadas por los fans, solo una puede destacarse sobre el resto. ¿Por qué? ¿Qué la hace más especial? Pues, porque el motivo detrás de la misma fue de lo más surrealista que se haya podido ver en Inglaterra y nos animamos a decir que en el mundo.
26 de diciembre de 2008, ‘Boxing day’. Hull City disputaba su primera temporada en la Premier League y tras un comienzo bastante auspicioso (victorias en fila ante Arsenal y Tottenham como aspecto más relevante), llegado noviembre comenzó la debacle y estuvieron al borde de descender. El punto crítico de aquella campaña llegó en el ‘Boxing day’, donde visitaron al Manchester City. Los ‘Tigers’ venían de capa caída y aquel City (con Robinho en sus filas) no les perdonaría nada. Dobletes de Robinho y el ecuatoriano Felipe Caicedo significaban una desventaja de 4-0 al entretiempo. Esto daría lugar a uno de los momentos más bizarros de la historia de la Premier League.
El por aquel entonces técnico del Hull, Phil Brown, decidió salirse de lo convencional y ofreció su charla de mediotiempo en la cancha y frente a los aficionados. Sí, así como leen. Más que una charla, fue un regaño público frente a miles de personas. Brown, con una ira apreciable a kilómetros de distancia a causa del resultado, caminó rápidamente por uno de los costados del campo de juego mientras llamaba a sus jugadores para que se le unieran. Todos sentados en círculos como niños en uno de los corners mientras Brown señalaba con el dedo a cada uno de los involucrados. ¿Muy motivador, verdad?

«No pude escuchar nada de lo que dijo. O no mucho, lo cual probablemente haya sido lo mejor. Había 3.000 fanáticos nuestros detrás de aquel arco y estaban cantando a todo pulmón. Ninguno de nosotros perdió el respeto por él. En mi opinión, fue un error de parte de Phil, es todo. Ninguno de los muchachos guardó rencor», explicó Dean Windass, leyenda del Hull.
Aquel discurso impactó de lleno en los jugadores, puesto que salieron con otra energía a disputar el segundo tiempo y lograron igualar 1-1 en aquella mitad. Resultado final, 5-1. Misión cumplida, ¿cierto?. Hull terminó por quedarse en la categoría a pesar de ganar un solo partido tras el duelo ante el City. No, no es una broma.
Jimmy Bullard y su humor
28 de noviembre de 2009. Casi un año después de aquel recordado episodio, los tigres volvían a visitar el Etihad Stadium y por supuesto que ese acontecimiento era lo primero en que la gente pensaba. Los miedos comenzaban a manifestarse con un gol en contra del Hull. Derrota al descanso por 1-0 y parecía que pintaba para algo aún más feo. De hecho, Hull había gastado (abusado en realidad) de su fortuna la temporada anterior y desde temprano se notaba que el descenso era una realidad.
Volvamos al partido que nos compete. Los aurinegros mostraron una mejor cara en el segundo tiempo y tras un penal de Kolo Touré a Jan Venegoor of Hesselink (cuyo nombre era demasiado largo para entrar en el dorsal), Jimmy ‘el bulldog’ Bullard marcaría desde los doce pasos igualando el marcador. El resto dio lugar a la celebración más icónica de la Premier e inició una broma entre los jugadores del club.
El volante inglés, con amplia trayectoria en clubes de la primera división, llamó a sus compañeros y recreó el reto que Brown les había dado meses antes. Dato curioso: Jimmy Bullard no formó parte del plantel en aquel ‘Boxing Day’ y dio a conocer que la idea fue de dos compañeros: Ian McShane y Stephen Hunt.
«Fue una fantástica celebración. La buena comedia tiene que ver mucho con el tiempo. No pude darles mi devolución del partido de lo mucho que me estaba riendo. Todo estuvo perfectamente planeado», afirmó Phil Brown en la entrevista tras el partido
Bullard siempre mencionó que todo fue para generar ‘banter’ porque así era como se desenvolvía aquel plantel. Si bien la broma pareció haber caído bien en el entrenador, poco después se conocería que Phil Brown llamó a Bullard para recordarle quien era el jefe. De una forma u otra, la anécdota merecía ser contada y por siempre formará parte de los momentos más desopilantes de esta competición y del mundo futbolero.
¿Qué fue de la vida de Bullard y Brown?
Tras el descenso del Hull en 2010, Phil Brown fue cesado de su cargo a finales de aquel año. Desde entonces, el entrenador pasó sin pena ni gloria por Preston North End, Southend United y Swindon Town. Actualmente trabaja en el Pune City FC hindú desde 2008. Jimmy Bullard, por su parte, colgó las botas en 2012 y ahora se desempeña como conductor en el programa Soccer AM, donde sigue demostrando que es un auténtico ‘showman’.