Made in Senegal es el último trabajo audiovisual de Rakuten TV, que narra la vida de la estrella del Liverpool y mejor jugador africano de 2019, Sadio Mané. La historia empieza por introducirnos en su pueblo natal, Banbali, donde el pequeño Sadio creció con su familia teniendo que sortear las dificultades generadas por la escasez de recursos y oportunidades.
«En el pueblo solo te puedes dedicar a la agricultura y ganadería, no hay más»
Sadio Mané
Normalmente, en este tipo de historias destacan diferentes tipos de dificultades y la de Mané no iba a ser menos. En el documental él comenta la manera en la que se escapó de su pueblo cuando era un adolescente para ir a la capital (Dakar) a probar suerte en el fútbol, aunque esta aventura se acabaría truncando cuando su familia descubrió su paradero y provocó su regreso. Mané tuvo que esperar un año, mediante una promesa de terminar sus estudios, para intentar suerte en la escuela más importante de fútbol juvenil del país (Génération Foot).
«Para ellos lo más importante era que estudiara, mi educación iba primero. No podían entender que quisiera ser futbolista, me veían como un loco»
Sadio Mané
En la faceta deportiva, solo se hace hincapié en Metz (su primer equipo en Europa), donde estuvo a prueba por un tiempo y pudo acabar con su carrera por una lesión que sufrió al llegar; y en su etapa en Liverpool, el equipo donde más ha ganado y más a gusto se encuentra. En su llegada a la Premier League cuando arribó a Southampton, solo se menciona aquel partido que los ‘Saints’ le remontan al Liverpool de Klopp, donde Mané fue decisivo para darle vuelta.

«Klopp se interesaba en los jugadores que le daban problemas. Cuando supe de la llamada del Liverpool, no dudé ni un segundo»
Sadio Mané
En su etapa actual, en Mersyside, se recogen testimonios de compañeros de equipo de cómo es en el campo, en el vestuario y en la vida. Hacen especial énfasis en la remontada de Champions League en la que Liverpool eliminó con un 4-0 al Barcelona de Messi. Haciendo un seguimiento desde que se levanta hasta que intenta irse a dormir, se muestra algo más allá de aquella noche épica que está guardada en la retina de los aficionados de fútbol, sirve como pretexto para que, en boca de Jürgen Klopp, explique el jugador que es: «Esa noche jugamos sin dos de los mejores jugadores del mundo. Sadio (Mané) jugó por tres jugadores (de talla mundial) en ese partido«.
Para finalizar con la historia contada desde su club actual, utilizan la final de la Champions que tendría como vencedor a los ‘Reds’ para hablar de lo exitoso y buen jugador que es cuando juega en cualquier otro lado que no sea su selección, esto dicho de bocas de algunos hinchas senegaleses: «Mané siempre juega bien en el Liverpool, pero en la selección nunca demuestra. No marca diferencia, no sabe jugar aquí«.

Con un giro argumental, nos presentan el caos emocional que representa para Mané, muchas veces, jugar en la selección de su país. Presentando casos donde sus propiedades y su familia han recibido agresiones o intentos de esta por un mal partido, generando una gran angustia y tristeza en él.
Un perfecto preámbulo para dar entrada a la parte final del documental es su reencuentro con Senegal. La Copa África jugada en Egipto, en 2019, era el momento perfecto para que Mané pudiera volver a enamorar a su pueblo, ilusionándolos con salir campeones por primera vez. De pequeño, como casi todos, soñaba con ganar con la selección, se crió con la generación más brillante de ‘Los Leones de Teranga’, revelación en Corea y Japón y subcampeones de África; le fastidiaba que las cosas no salieran, pero no lo dejaría de intentar.
«Cuando llego a Senegal soy feliz visitando a mi familia, viendo a mi gente. Aquí la comunidad es algo muy importante.A diferencia de Europa, aquí somos una gran familia»
Sadio Mané
Narran la travesía hasta la final de Copa África de 2019 que perderían contra la selección de Argelia por un gol a cero, siendo otra razón que rompería el corazón de Sadio. Otra decepción con su país permite ver a ese hombre que ríe en las canchas de la Premier y llora desconsolado cada vez que se pone la camiseta de su país, mostrándonos que detrás de su timidez hay un jugador que sí le afecta lo que pasa.
Después de ese triste partido regresó a su país, pero lo haría como un héroe, con muchísima gente orgullosa de su desempeño en el campeonato, de su forma como jugador y como ser humano. Y es que este documental nos permitió conocer más a un jugador tan tímido como lo es el 10 del Liverpool: manifiesta la importancia que tiene la religión para él, cómo se relaciona con las personas, que a veces teme cuando las cosas no salen bien, que siempre le duele no estar a la altura, su sentido de pertenencia con la comunidad y su gran corazón.

Gran corazón que sirvió para cerrar esta pieza audiovisual. Aquel pequeño que soñaba con ser una estrella de fútbol regresó a su modesto pueblo para compartir con su gente, para saborear la poca alegría que él les podía dar. «Los jugadores africanos, para su país, son como héroes, tienen que ser muy inteligentes para mantener un buen equilibrio. Ellos son todo para su pueblo», decía Klopp en el documental, facultades que tiene nuestro protagonista: con la victoria de la Copa de Campeones reciente en su cabeza, lo que realmente le arrancaba una sonrisa era poder anunciar el avance significativo que estaba teniendo la construcción de un colegio en su lugar natal, financiada en su totalidad por él.
La forma en la que cuentan su vida es muy amena, usando caricaturas para hacer más ilustrativa la dura infancia que tuvo Sadio, que por mucho tiempo pudo ver sus sueños destrozarse frente a sus ojos. Pero la trama se va uniendo, se presentan como actúa con la gente alrededor, conocemos a fondo sus aspiraciones, qué lo hace feliz, el valor que tienen las cosas.
Hoy en día faltan más documentales así, porque está bien que una infancia complicada sea el pretexto ideal para contar la historia de casi todos los jugadores con un gran éxito deportivo, pero también es correcto narrar la vida de un jugador desde otro ángulo, con otra voz, con otra intención. Las historias que buscan generar empatía con un personaje que ahora las cosas le marchan bien en lo profesional es importante, pero ese tipo de ‘films’ lo único que hacen es abrir la brecha entre jugadores y el resto.
En pantalla, el tiempo sobre terrenos de juego es muy corto, no interesa llenarnos de momentos destacados, goles o asistencias; da la impresión de que a Mané le da absolutamente lo mismo (no en un sentido literal) ganar títulos o premios, él lo deja claro: «Mi única intención es hacer que se diviertan, que sean felices».

Porque entendió el juego, ¡lo entendió todo! El valor que le da a la palabra comunidad habla de lo que quiere transmitir mediante este trabajo, no quiere que las impresiones luego de ver esto sean «qué bonito, ayuda y gana títulos». No, al contrario, es una crítica al mundo de fútbol debido a que mucha veces permite que se pierdan esos momentos de cercanía, de sentimientos, de emociones. Todos una vez fuimos ese niño que fue corriendo a un futbolista con una sonrisa, que después de jugar compartíamos horas con amigos y familia, fortaleciendo valores positivos.
Sadio entiende que su vida puede servir de ejemplo y, que en el fútbol, podemos estar para otras cosas más allá de ganar. Como dijo, evidentemente quiere seguir ganando año a año, pero los momentos íntimos, cariñosos y humanos es lo que realmente le da sentido a todo.
Una historia digna de ser contada para poder entender a una de las personalidades más introvertidas de la élite del fútbol mundial. Y es que detrás de ese extremo indomable que ha llenado de elogios su cartel, hay una persona que cada día se enorgullece más de haber nacido en Senegal.